Dieciseis años se cumplen este sábado de la muerte de María Marta García Belsunce, cuyo cuerpo fue hallado en la bañera de su casa del country El Carmel, de Pilar. Por el hecho, que ocupó durante meses las planas de los diarios, todo su círculo más cercano quedó en la mira de la Justicia y de la opinión pública, incluso su viudo, Carlos Carrascosa, quien fue condenado a prisión perpetua y absuelto años después.
El asesinato de la socióloga generó gran impacto en la sociedad por diversos motivos, entre ellos, porque sucedió en un lugar que, en teoría, ofrecía mayor seguridad: un country. Luego, porque se apuntó al viudo como responsable de la muerte, y se tejieron en torno a ello infinidad de hipótesis: se llegó a sostener que Carrascosa y los demás familiares de la víctima tenían vínculos con la poderosa organización de narcotráfico mexicana del Cartel de Juárez, que María Marta se habría enterado de ello y estaba en desacuerdo, por eso y para ocultar operaciones de lavado de dinero que realizaban, la habrían matado. Otra de las versiones que circuló fue que se trató de un crimen en situación de robo, donde García Belsunce habría reconocido a los atacantes.
Primeros momentos. María Marta fue hallada por su marido, vestida y con medio cuerpo dentro del agua la tarde del 27 de octubre de 2002. Al efectuarse el informe médico sobre la causa de muerte, no se veían los disparos de bala que presentaba en la cabeza y se atribuyó el deceso a un resbalón en la bañera y posterior golpe en la cabeza con la canilla, lo que le provocó un desmayo y le produjo asfixia por inmersión. Sin embargo, recién 36 días después de la muerte, se ordenó la autopsia del cadáver y allí los forenses descubrieron que la fractura de cráneo que tenía la víctima había sido producida por cinco disparos de un arma calibre 32.
Otra teoría. María Marta era socióloga y fue vicepresidente de la fundación Missing Children Argentina, desde donde investigaba asuntos relacionados al tráfico de menores en la provincia de Buenos Aires, actividad por la cual, se supo después de su muerte, habría recibido reiteradas amenazas.
El rol de Molina Pico. El apellido del primer fiscal de la causa también colmó los medios de comunicación de ese entonces. Diego Molina Pico fue alertado veinticuatro horas después del crimen, por el llamado de un comisario, que una mujer había muerto en el country Carmel de Pilar. Ese día, llegó al velatorio y cometió un grave error: no ordenó la inmediata autopsia a la víctima, cuyos restos fueron sepultados en la Recoleta. El estudio fue realizado más de un mes después. El funcionario judicial siempre apuntó a la familia como responsables del crimen.
El 'pituto'. Juan José Hurtig, medio hermano de la víctima fue quien protagonizó la famosa historia del "pituto". Él encontró lo que en realidad era la sexta bala que había impactado en el cráneo de María Marta y luego caído en el piso, pero la arrojó por el inodoro porque, según declaro ante la justicia, pensaba que era un "pituto".
"Alguien dijo que el 'pituto' era una bala"
En el avance de la investigación, Molina Pico arremetió contra Carrascosa al acusarlo por el homicidio de su esposa. Asimismo, lo imputó por “encubrimiento agravado”; junto a otros miembros de la familia: Horacio García Belsunce, Guillermo Bártoli (cuñado de María Marta, esposo de Irene Hurtig); al padrastro Constantino Hurtig, al medio hermano Juan Carlos Hurtig. Además de la masajista Beatriz Michelini, dos vecinos de El Carmel, y el primer médico que vio el cadáver, Juan Gauvry Gordon.
Condenas. La justicia condenó a 5 años de prisión a Bártoli; 4 a Horacio García Belsunce; 3 y medio para Juan Hurtig; y 3 para Gauvry Gordon y Binello. En tanto que absolvió a Michelini. Los condenados recuperaron la libertad días después, luego de que la Sala I de la Cámara de Apelaciones de San Isidro les concediera la excarcelación.
Acusaciones. En el juicio oral, Carrascosa enfrentó una doble acusación por homicidio y encubrimiento. El tribunal lo condenó por el segundo de los delitos a cinco años y medio de cárcel, pero Casación lo consideró autor del crimen, le dio perpetua y ordenó meterlo preso. Luego, la Suprema Corte bonaerense rechazó los recursos planteados por su defensa para revisar la condena; mientras que desestimó los planteos para excarcelarlo por su deteriorado estado de salud. La familia de María Marta siempre creyó en la inocencia del viudo y apuntaron por el crimen hacia Nicolás Pachelo, un vecino del country.
Absolución e hipótesis. El 20 de diciembre de 2016, la Cámara de Casación declaró la absolución de Carrascosa. En una entrevista radial en ese momento, aseguró: "En mi casa quisieron entrar a robar, evidentemente. Hubo como una zona liberada ese día; la cámara de seguridad que apuntaba a mi casa, una hora y media de la muerte de María Marta se cortó. Quien cortó supuestamente la cámara fue alguno de los vigiladores. Después, no nos dimos cuenta que faltaba algo recién a las 48 horas del crimen cuando fueron las amigas de María Marta a la casa a buscar un caja en la que había dinero, llaves y unos cheques, luego nos dimos cuenta que la caja había desaparecido. En el country hubo varios robos y por lo general fueron los domingos a la tarde, hubo robo de palos de golf, y por esto se identificó que fue Nicolás Pachelo, quien fue condenado durante un año".
El juez de Casación Penal, Víctor Violini, uno de los tres que resolvió la absolución del viudo, sostuvo: “No hay un solo elemento que pruebe que Carrascosa fue el asesino". En ese sentido, acotó: "Cuando terminé de leer la causa, sentí vergüenza, indignación y sorpresa al ver la condena".
El 4 de octubre pasado, la Corte Suprema de la Provincia confirmó la absolución del viudo. Días después, la Procuración General bonaerense resolvió presentar un recurso extraordinario para apelar, por “arbitraria” y por “apartarse de las constancias de la causa”, dicha decisión judicial.
Encuentran nuevo ADN en la escena del crimen de María Marta García Belsunce
Defensa. El abogado Fernando Díaz Cantón representa a Carrascosa. En diálogo con PERFIL, explicó: “Tomé el caso en 2009 cuando él ya estaba condenado a prisión perpetua por Casación. Lo que hice es ver los errores sin haber estado inmerso, leí el expediente y me di cuenta que la gente que opinaba lo hacía sin haberlo leído y que los jueces que lo condenaron a pesar de haberlo leído tenían tantos condicionamientos provenientes de la enorme difusión mediática que tuvo la versión de que era culpable, que no se animaron a absolver. Cuando las cosas comenzaron a apaciguar desde el punto de vista mediático, ahí los jueces se empezaron a animar a hacer justicia sin temor al escrache. La causa pasó por todas las instancias judiciales”.
En ese marco, el letrado reveló: “Cuando en enero de 2010 leí el expediente no lo podía creer. Ahí vi, por ejemplo, sobre una pericia de si había o no pegamento en los orificios que tenía en la cabeza María Marta daba como resultado una sustancia que era compatible con el ciano, y el diario Clarín del día siguiente publicó 'las heridas de María Marta fueron cerradas con pegamento'; cuando el ciano es una sustancia que está presente en muchos productos para el cabello: desenredantes, piojicidas, tinturas, etc; y hay otra sustancia que se llama cianocrilato que no tiene nada que ver, más allá que en el nombre se parecen, que esa sí está en algunos pegamentos de uso doméstico o industrial. La noticia era que no se pudo determinar que hubiera pegamento en las heridas de la víctima y el diario dijo exactamente lo opuesto, entonces después era difícil para los jueces decir ‘acá no hubo nada, no hubo pegamento’. Desaparecido el tema de la plana de los diarios, se pudo hacer justicia”.
“No sólo no hay pruebas en contra de Carrascosa, sino que las pruebas que hay indican que él no fue (el autor del crimen): rastros de sangre con ADN que se descartó que fuera de él en la escena del crimen mezclada con la sangre de María Marta, donde se hicieron pruebas a todos los familiares y dio negativo. Evidentemente hubo una pelea; una lucha entre María Marta y sus atacantes y en esa sangre no está su familia: ni Carrascosa, ni nadie de los imputados; además de otras pruebas que se descubrieron en el segundo juicio que se le hizo a los familiares en 2011, donde un médico dice que por la ausencia de sangrado de las costillas que se rompen en el momento de la reanimación que es cuando llega la primera ambulancia, a las 19:30; esa ausencia demuestra que al no sangrar la persona llevaba muerta como mínimo una hora. Carrascosa llega a la casa a las 19, por lo tanto el homicidio ocurrió por lo menos media hora antes de su llegada. Esta fue la prueba científica, sumada a otras, para decir que no fue el asesino. En esto se basaron los jueces”, detalló al referirse a lo ocurrido el día del crimen.
"La absolución de Carrascosa no hay manera de darla vuelta"
Sobre la apelación a la absolución de su cliente, la cual se dispuso los primeros días de octubre, Díaz Cantón indicó: “El recurso es casi algo formal que tiene que cumplir el Procurador General de la Provincia ante la Corte Suprema de la Nación; pero es algo que no tendrá éxito. Hay una resolución absolutoria que dictó Casación y la Corte de la provincia rechaza el recurso que se dirige contra ella, ya el recurso ante la Corte es prácticamente un ejercicio que tienen que hacer los fiscales para no dejar que quede firme, pero la verdad que no tiene ningún destino. Esta sentencia no va a ser revocada. La absolución de Carrascosa no hay manera de darla vuelta”.
Consultado acerca de cómo tomó esto su defendido y cuál es su estado de ánimo, expresó: “Está cansado, lo que más le molesta de la apelación es que es un capítulo que no se termina de cerrar nunca. Eso lo pone mal, más allá de convivir con la muerte de su mujer y el duelo que en el fondo nunca pudo hacer; además tiene que vivir con un proceso que lo acompaña toda su vida. Eso lo perturba bastante.. Él es una persona fuerte, pero uno lo ve y está golpeado por todo esto”.
"No existe el crimen perfecto, existen investigaciones imperfectas", sostiene el abogado de Carrascosa
“Creo que los casos se descubren cuando se trabaja bien; rápido y en los primeros momentos, cuando eso no sucede hay un gran problema. Me parece que los errores que se comenten al principio de una investigación después hacen que después sea muy difícil dar un pronóstico de que pueda descubrirse al verdadero asesino. Lo que digo siempre, ‘no existe el crimen perfecto, existen investigaciones imperfectas’. Me parece que eso resume todo”, concluyó Díaz Cantón al opinar si cree que, finalmente, algún día se sabrá quién mató a María Marta García Belsunce.
