Este lunes, en el Tribunal Oral y Criminal Nº5 de San Isidro, comenzó el juicio contra Gastón Berganza, el hombre de 36 años que en noviembre de 2015 mató de tres disparos a Diego Feinmann, medio hermano de Eduardo Feinmann, en la puerta del restaurant de Pilar Fettuccine Mario.
“No me considero un asesino. No busqué matar a nadie”, declaró el empresario acusado, quien aseguró que le disparó a Feinmann porque quería cuidar a su familia de lo que él sostuvo que era un ladrón. Por esta razón, la primera imputación que recayó sobre Berganza fue por matar "en exceso de legítima defensa".
Sin embargo, en la mañana del martes Berganza debió sentarse en el banquillo de los acusados, imputado por dos cargos de homicidio agravado por el uso de arma. Sucede que la titular de la UFI Nº3 de Pilar, María Inés Domínguez, convencida de que el acusado sabía a quién le disparaba y “tenía plena intención de matarlo”, solicitó el cambio de carátula, debido al vínculo que había entre ambos.
Durante la audiencia, la mamá de Diego Feinmann, Antonia Ortiz Medina, rompió en llanto durante la declaración de la primera testigo del día, una joven que relató el estado de su hijo tras los disparos y cómo intentaron reanimarlo. A pesar de eso, la mujer presenció todo el testimonio.
El hombre está imputado por dos cargos de homicidio agravado por el uso de arma: uno en grado de tentativa por haber disparado al taxi en el que viajaba la víctima. En el proceso declararán 48 testigos, que estuvieron en la escena del crimen en noviembre de 2015 en la puerta del restaurant, ubicado en ruta 8 y San Martín.
Los hechos. Los investigadores creen que los hombres estaban enfrentados por el amor de la mujer: en la madrugada del viernes 20 de noviembre de 2015, Gastón Berganza salía de cenar en el restaurant Fettucine Mario, junto a su novia, María Laura Alayón (42), la hija de la mujer y su madre, Haydeé Pellegrino, cuando Diego Feinmann llegó al lugar acompañado por un amigo, en un taxi.
La víctima, que era ex pareja de Alayón, golpeó con las manos el parabrisas del BMW en el que se trasladaba el asesino, insultándolo y exigiéndole que se bajara. En ese momento, Berganza sacó una pistola Glock 40 y le disparó tres veces en el tórax a Feinmann, que murió poco después de llegar al Hospital.
Berganza huyó y llamó a la policía minutos después, para informar que le habían querido robar y él había disparado contra esa persona, en supuesta legítima defensa. En su momento, le dieron prisión preventiva y fue acusado de “homicidio agravado por el uso de arma de fuego y portación ilegal de arma”.
