El fiscal que investiga el homicidio de Lucas González, el adolescente de 17 años que fue asesinado de un balazo por efectivos de una brigada de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, pidió este sábado (11 de diciembre) la detención de otros ocho efectivos de la misma fuerza por el encubrimiento del crimen.
El fiscal de instrucción 32 Leonel Gómez Barbella solicitó la ampliación de indagatoria para los seis policías ya detenidos por "encubrimiento agravado, privaciones de la libertad agravadas y falsedades ideológicas", a lo que ya accedió el juez Martín del Viso, que ordenó que se lleven a cabo el próximo lunes a partir de las 9.30.
Gómez Barbella pidió la detención inmediata del comisario inspector Daniel Santana; del comisario Rodolfo Ozan; del subcomisario Ramón Chocobar; de los principales Teresa Scorza y Damián Lobos; del oficial mayor Santos Ochoa; del oficial primero Ernesto Martínez y del oficial Sebastián Baidon.
Según las pruebas reunidas por el fiscal, a estos últimos ocho efectivos les atribuye “haber hecho insertar datos falsos en las actuaciones labradas” por la Policía Federal Argentina (PFA), como así también las “privaciones ilegales de la libertad” a los tres sobrevivientes y la “alteración” de los rastros y pruebas”.
Por otro lado, también los apunta por “haberle aplicado tormentos y sufrimientos físicos y psicológicos a Lucas González, Joaquín Zúñiga Gómez y a Julián Sosa”.
“Los policías aquí acusados fueron quienes participaron en este procedimiento fraguado donde se continuó con la línea falaz instalada por (Gabriel) Issasi, (José) Nievas y (Fabián) López aparentando como un ´tiroteo´ entre los niños y los policías y para reforzar ese escenario armado, les plantaron el arma de cotillón dentro del rodado en el que iban Lucas, Julián, Joaquín y Niven”, aseveró Gómez Barbella.
En cuanto a los "tormentos" sufridos por Lucas y sus amigos, el fiscal destacó el testimonio de una vecina del lugar, del cual se desprende “que los niños permanecieron detenidos y esposados, boca abajo desde el comienzo del procedimiento hasta horas del mediodía en donde allí mismo también les propiciaron las frases tendientes a imponerles graves sufrimientos psíquicos”.
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“No olvidemos la situación penosa que debieron sufrir esposados boca abajo y luego sentados esposados durante más de dos horas en una vereda y por siete horas dentro de un patrullero -en total más de 10 horas- allí sin poder comer ni beber absolutamente nada y con un calor agobiante e inhumano, como lo indicaron durante la reconstrucción y en las exposiciones ante el Instituto Inchausti”, señaló el funcionario judicial, citado por la agencia Télam.
Los policías explicaron en sus indagatorias que estaban vestidos de civil realizando tareas de investigación en una causa por drogas por orden de la Unidad Fiscal Especializada en la Investigación de Delitos Vinculados con Estupefacientes (UFEIDE).
Según la investigación, el hecho sucedió el 17 de noviembre cerca de las 9:30, cuando Lucas y sus tres amigos, todos de 17 años, salieron de entrenar del club Barracas Central a bordo de un Volkswagen Suran azul y cuando se detuvieron a comprar en un kiosco fueron abordados por un Nissan Tiida de la Brigada de la Comuna 4 de la Policía de la Ciudad.
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Ese día los policías, que trabajaban de civil por tareas antinarcóticos, dijeron que vieron sospechoso el auto, lo siguieron unos metros y decidieron frenarlo. Los chicos, al estar aquellos sin identificar, creyeron eran delincuentes y retomaron la marcha, y ahí es cuando comenzaron los disparos por parte de los tres policías (Juan José Nieva, Fabián Andrés López y Gabriel Alejandro Issasi).
Lucas recibió un tiro en la cabeza que le provocó la muerte poco después en el hospital El Cruce, de Florencio Varela, al tiempo que sus amigos fueron inicialmente detenidos como si fueran delincuentes, aunque al día siguiente quedaron en libertad.
La controversia es que según los policías, detenidos y acusados por homicidio agravado, ellos sí se identificaron con la voz de alto y portaban chalecos anti balas, pero los jóvenes negaron eso y dijeron que para ellos eran delincuentes.
ds