POLICIA

Declaraciones cruzadas en el caso García Belsunce

Médicos, vigiladores y la ex mucama de Bártoli fueron citados a declarar. Qué dijeron. Los avances en la causa.

El recuerdo de un llamado telefónico revelado por la ex mucama de Bártoli podría dar un vuelco en la causa.
| Cedoc.

En medio de lo que fue una de las jornadas más largas y reveladoras en el juicio que investiga el encubrimiento por la muerte de María Marta García Belsunce, la declaración de uno de los médicos que asistió a la víctima redobló la apuesta por dilucidar el crimen: María Marta tenía "tres agujeros" en la cabeza, dijo Diego Piazza, el entonces estudiante de medicina -hoy traumatólogo- que participó de las maniobras para revivir a la socióloga.

El joven reveló que, según le dijeron "los médicos", María Marta "tenía tres agujeros en la cabeza, con una fractura de cráneo y pérdida de masa encefálica".

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

Aunque no pudo decir qué doctor fue, el testigo comprometió al imputado médico Juan Gauvry Gordon: "Hablé con el médico que estaba en el sillón, el que estaba llenando unos papeles", dijo en referencia a ese profesional.

El abogado Gabriel Becker, defensor de Gauvry Gordon, intervino para aliviar la situación de su cliente y volvió a apuntar hacia Sergio Biassi, el segundo médico en llegar al lugar y que declarará la semana próxima.

"Cuando me dicen (lo de los tres agujeros en la cabeza), me llamó la atención -admitió-. Yo pensé que había tenido un corte en la cabeza, pero no que tenía eso".

María Marta fue asesinada con cinco balazos en la cabeza, pero esa circunstancia sólo se supo un mes y medio después, cuando se ordenó una autopsia.

Hoy se vivió la jornada más larga en el juicio oral contra los seis acusados por el encubrimiento del crimen, por donde desfilaron siete testigos, la mayoría de los cuales dejaron su dosis de noticia.

A la mañana estuvo a punto de quedar presa por falso testimonio la ex mucama de Bártoli, Catalina Vargas, cuyos dichos fueron claves para meter preso a Carlos Carrascosa: en medio de una laguna de "no recuerdo"- Vargas reveló ahora ("ocho años, siete meses y trece días después", subrayó el juez Alberto Ortolani), que había existido una llamada a la casa de los Bártoli.

"Sonó el teléfono y dispararon", afirmó tras señalar que una voz femenina, que sería la de Irene Hurtig, gritaba "llamen a una ambulancia".

Luego fue el turno de dos custodios: el jefe de seguridad Claudio Maciel y el vigilador Eduardo Vera, que aquel día estaba en el puesto de control.

Fueron consultados sobre a qué hora llegó Michelini, cuánto tiempo estuvo esperando, cuándo llegó el llamado de Irene Hurtig pidiendo una ambulancia y las condiciones de seguridad del country.

Maciel también habló por primera vez de la orden que dio el presidente del country "Carmel" Alberto White para evitar que llegara la policía.

También declaró Walter Beltrán, chofer de la ambulancia de Paramedic que acompañaba a Gauvry Gordon y estuvo en la escena del crimen.

Pero el dato más importante lo aportó Diego Piazza. Aquel 27 de octubre de 2002, el joven (hoy traumatólogo) había estado en la casa de Guillermo Bártoli junto a Carlos Carrascosa, María Marta y otras personas mirando un partido de fútbol.

"Tengo la imagen de María Marta subiendo a una bicicleta para irse a su casa. Mi novia (Delfina) y yo nos fuimos en auto, nos llevó Bártoli", dijo. Un rato después, que no pudo explicar cuánto duro, a su casa llegó Irene Hurtig en auto para pedirle que fuera con ella porque María Marta había tenido "un accidente".

Piazza afirmó que jamás se imaginó encontrarse con un cuadro tan grave: "Yo en todo momento pensaba que María Marta se iba a levantar". Piazza estuvo trabajando en las maniobras de resucitación junto a la masajista Beatriz Michelini y Bártoli hasta que llegó la primera ambulancia, y luego colaboró con los médicos.

El joven no pudo identificar a cada uno de los profesionales porque dijo no recordar sus caras. Dijo sin embargo que a uno de ellos lo reconoció porque lo había atendido por una dolencia suya. Gauvry Gordon estaba en la sala de audiencias prestando atención.

El punto cobró relevancia cuando Piazza dijo que, fallecida María Marta, fue a buscar a su madre y al regresar habló con uno de los médicos, al que le preguntó qué había pasado.

Según señaló, el médico que escribía unos papeles en un sillón le dijo que María Marta tenía "tres agujeros" en la cabeza y que murió por "fractura de cráneo con pérdida de masa encefálica".

"Me dicen que se lo podría haber hecho con el intercambiador de la ducha -afirmó-. Yo entré (al baño) y miré y había una cosa con una punta sola. Cuesta imaginarse el hecho".

También aseveró: "Yo no me fui tranquilo. Me fui con la sensación de que era raro lo que había pasado. Pensé que alguien debería haber llamado a un perito a ver si se podía" haber matado así.

Piazza afirmó que "había una gran cantidad de sangre en una de las esquinas del baño" y señaló que "ella tenía pelo pegado con sangre en la cabeza".

“Se había golpeado”. El chofer de la ambulancia que encabezaba el médico Juan Gauvry Gordon intentó colaborar con su ex compañero, acusado de no haber visto que María Marta García Belsunce tenía cinco tiros en la cabeza.

"Constantemente nos decían que se había golpeado con las canillas del baño. En todo momento nos indicaron que se estaba bañando y que se golpeó con la grifería", dijo Walter Beltrán, chofer de la ambulancia de Paramedic.

El tribunal quiso saber quiénes se lo decían: "Eran voces continuamente en la habitación".

Beltrán aseguró que les pasaron un alerta rojo pero en el camino les avisaron que la paciente había mejorado.

"Realizamos maniobras durante 25 ó 30 minutos. Antes avisaron que llegó otra ambulancia. El doctor Gordon dijo que entraran que 'estábamos en paro' cardíaco", afirmó.

Según dijo, una vez fallecida María Marta, Gauvry Gordon "le indicaba al otro médico dónde estaba el traumatismo".

Pero la Fiscalía quiso saber si alguien habló de "agujeros" y el testigo lo negó.