La madre de Candela Rodríguez reapareció en la fiscalía para cumplir con una diligencia judicial en base a una prenda de vestir incautada en la casa de Hugo Bermúdez -detenido y sospechado como presunto autor material del crimen-, la cual, según se determinó finalmente, no pertenecía a su hija.
Al término del encuentro, el titular de la UFI 6 de Morón, Marcelo Tavolaro, dijo brevemente que el trámite "fue positivo", ya que la madre de la pequeña dio su opinión sobre la prenda, mientras que la mujer, después de varios días sin mostrarse públicamente, se retiró sin hacer declaraciones a la prensa.
Según fuentes judiciales, Labrador fue citada para verificar si las prendas de vestir secuestradas en los distintos operativos pertenecían a su hija asesinada. La reunión tuvo lugar en el Comando de Operaciones montado en la localidad de Villa Tesei, partido de Hurlingham, distrito en el que la nena de 11 años desapareció el 22 de agosto y fue hallada muerta el 31 del mismo mes.
La última aparición pública de la mujer había sido el pasado viernes 2 de setiembre, al día siguiente de la inhumación de los restos de Candela, cuando dijo que su marido Lauriano Rodríguez, detenido por "piratería del asfalto", no tenía "nada que ver" con el crimen, manifestó no saber quiénes la asesinaron y descartó que haya sido una venganza.
Mientras tanto, el testimonio dado por una persona bajo identidad reservada, que permitió tener una versión sobre el secuestro y crimen de Candela, quedó nuevamente bajo sospecha, porque un vecino de Villa Tesei aseguró públicamente que a la declaración que él presto en la Justicia "le agregaron cosas".
"Lo afirmo: me agregaron cosas. Hay una foja que está dando vueltas sin la firma de nosotros. En ningún momento dijimos que había rasguños", señaló en diálogo con la prensa.
El hombre apuntó: "Nosotros no somos ningunos testigos claves y no sabemos nada", y añadió: "Estamos hablando para desmentir y decir la verdad. No tenemos nada que ver. Yo no sé nada y no tengo miedo porque estamos diciendo la verdad, porque no acusamos ni apuntamos a nadie".
Al mismo tiempo, diversos protagonistas del caso -abogados y familiares de acusados- aparecieron en los medios de comunicación para desvincularse del secuestro y crimen de la nena de 11 años.
Néstor Ramón Altamirano, el carpintero que está acusado de ser partícipe necesario del homicidio porque la nena habría estado en su domicilio, pidió hoy ampliar ante la Justicia su declaración indagatoria.
Es que Altamirano había sido el único de los arrestados que se negó a declarar, pero en las últimas horas cambió de abogado y el nuevo defensor afirmó a los periodistas que su cliente quiere hablar con el fiscal Tavolaro porque "es inocente".
El abogado Matías Morla, defensor de Altamirano, insistió en que la comida que encontraron en la casa de Kiernan 992 y en el cadáver de la nena fue la que sus clientes habían llevado para alimentar a los perros de la casa.
"La comida era la que le hacían al perro. Preparó la comida para cuatro días porque la mujer se iba a Tucumán. Los que mataron a Candela la alimentaron con eso", dijo el abogado. Y añadió que "Altamirano es un carpintero al que le hicieron hacer un cerco (de la casa donde se sospecha que estuvo secuestrada la niña) y no sabe más nada".
También habló la esposa del carpintero, Nélida Pistan, sindicada como "Nelly" en la declaración del testigo de identidad reservada que, además, la mencionó como presente en la casa donde estuvo secuestrada la nena.
La mujer insistió en que esos días estuvo en Tucumán (su abogado dijo que tiene pruebas fehacientes de ello) y añadió: "Lo lamento por la chiquita porque es terrible, han dicho que yo la tenía. Le digo a la madre que no la vi, no la conozco".
Fuente: DyN