Se robó un auto de alta gama en el barrio porteño de Mataderos y, luego de una larga persecución y un intenso tiroteo, fue detenido en inmediaciones de la Facultad de Medicina, en la zona norte de la ciudad de Buenos Aires. Los testigos escucharon más de veinte detonaciones. Un verdadero infierno. En uno de los costados del coche quedaron grabadas las huellas del fuego cruzado: más de diez impactos de bala agujerearon la carrocería del Audi A5. El ladrón terminó herido y está internado.
“Estaba lleno de gente y llovían balas a lo loco. Gracias a Dios no le pegaron a nadie, porque podría haber sido una masacre. Fue una locura, un peligro”, comentó un testigo de la balacera en declaraciones al canal de cable América 24. El enfrentamiento se produjo en la zona del Hospital de Clínicas y la facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
Todo comenzó cuando el asaltante armado robó un Audi A5 color negro en la zona sur de la Ciudad. La víctima dio aviso al sistema 911 y al mismo tiempo activó el rastreo satelital que poseía el vehículo.
A partir de ese momento comenzó el operativo para ubicar el auto. Tanto el sistema de rastreo como el anillo digital detectaron que el coche importado circulaba por la Autopista 25 de Mayo con dirección al centro porteño.
Fuentes policiales informaron que el asaltante fue divisado luego en el cruce de las calles Lavalle y Ayacucho, en el barrio porteño de Balvanera, donde realizó una extraña maniobra al intentar ingresar a un estacionamiento.
Tras esto, se formó un perímetro para intentar detener al vehículo iniciando una persecución por parte de efectivos de brigada de la Policía de la Ciudad de Comuna 3 con un móvil no identificable junto a patrulleros de la Comuna 3A.
Al llegar a la esquina de la calle Azcuénaga y avenida Córdoba, frente al hospital de Clínicas, el hombre disparó con un arma de fuego a los móviles que lo perseguían, pero el ataque no fue repelido por los uniformados debido a la gran cantidad de transeúntes que había en la zona, según la versión oficial.
Luego, logró huir por avenida Córdoba en contramano donde chocó a varios vehículos y al llegar a la calle Presidente Uriburu un patrullero de la Comisaría 3ª lo embistió e hizo que perdiera el control, en inmediaciones de la plaza Houssay en la Facultad de Medicina.
Fuentes policiales informaron que allí los móviles lo encerraron para evitar una nueva huida y entonces el ladrón comenzó a disparar desde el interior del auto, lo que fue repelido por los agentes, originando un intenso tiroteo que finalizó cuando el asaltante recibió varias heridas y pudo ser reducido por los efectivos. Según las fuentes, el ladrón tiene 32 años y fue derivado a un hospital, donde se encuentra con custodia policial (ver aparte).
En el centro de monitoreo, los operadores siguieron la secuencia por los televisores que reflejan las imágenes de las cámaras de seguridad. Allí se ve como las personas que se encontraban en el lugar se tiran al piso para cubrirse de los balazos o buscan esconderse entre los recovecos de la plaza. Luego salen corriendo o se arrastran para intentar alejarse del centro del tiroteo. Todo en medio de una lluvia de disparos; situación que también se puede apreciar en videos caseros que filmaron los vecinos desde los edificios.
Al consultar con el juzgado de turno, se dispuso preservar el lugar del hecho y que el peritaje sea realizado por la Gendarmería (GNA), en tanto que dentro del auto se secuestró un arma calibre 9mm.
Estado de los heridos. El interior del Audi A5 quedó lleno de sangre. El delincuente que lo había robado –cuya identidad no fue dada a conocer– protagonizó un intenso tiroteo con la policía porteña en la zona de Barrio Norte, terminó herido e internado con custodia policial.
El detenido tiene 32 años y fue trasladado al hospital porteño Ramos Mejía, donde hasta el cierre de la presente edición permanecía internado estable, con heridas de arma de fuego en el tórax, en un brazo y en una pierna.
Al mismo centro de salud fueron llevados dos policías de la Ciudad con traumatismos leves como consecuencia del tiroteo. En el asiento del acompañante quedó el arma del delincuente rodeada de sangre y los vidrios de las ventanillas hechos añicos. Según fuentes policiales, el auto presentaba impactos de bala en ambos costados.