En un poco más de tres minutos, “El Rubio” se llevó un botín millonario de alhajas, relojes y dinero de una joyería del barrio porteño de Palermo. El hecho ocurrió hace nueve meses y la imagen del asaltante había quedado grabada en una cámara de seguridad. Pero ahora fue atrapado en la localidad balnearia de Mar de Ajó.
La Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N° 19, a cargo de Martín Mainardi, había difundido a finales de febrero las imágenes del robo ocurrido el 22 de julio de 2022 para intentar recopilar datos que permitieran identificar al ladrón de joyas, ya que hasta ese momento no se había podido ponerle nombre y apellido.
El ladrón había ingresado a robar a las 13.18 con un arma de fuego. Redujo a las tres personas que estaban en el lugar, juntó dinero, joyas y alhajas y huyó. Antes de irse les dijo: “Hago esto porque mi abuela está enferma”.
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Los investigadores llegaron hasta Mar de Ajó, luego de obtener un nombre: Lucas Antonio Radovich. Así identificaron al hombre, de 49 años, que supuestamente sería el que entró a robar a la joyería de Palermo.
El jueves pasado, el sospechoso fue apresado por efectivos de la Comisaría 2a del Partido de la Costa, de Mar de Ajó, tras una investigación de una comisión de la Policía de la Ciudad. El hombre fue detenido cuando circulaba en moto cerca de su domicilio, informó Télam.
Luego de la difusión del video del robo por parte de la fiscalía, se llegó a identificar a esta persona y “luego de un trabajo de campo” se pudo corroborar que se trataba del ladrón de la joyería, según la investigación.
En el video difundido se aprecia que el robo se produjo en 190 segundos, entre las 13.18.55 y las 13.22.05 de aquel día.
En el primer tramo de la filmación, se observa cómo “El Rubio” amenaza a una mujer que se encontraba en el salón central de la joyería y la lleva hasta una oficina interna, donde había otra empleada y la caja fuerte. Allí, les exhibe una pistola y les dice: “No estoy jugando, ¿está?”.
“Andá a abrir la vitrina de adelante, donde están los TAG. ¿A ver la llavecita? ¿Me estás cargando?”, dice el ladrón a una de las empleadas en referencia a la marca de relojes de alta gama (tienen un valor que puede promediar entre los 500 mil y 700 mil pesos) que pretendía llevarse y estaban exhibidos en una de las vidrieras del local.
En ese momento, aparece el tercer rehén, un hombre al que “El Rubio” dio la orden de tirarse al piso, junto a la caja fuerte del local, donde también ubicó a una de las dos mujeres.
El ladrón va colocando el dinero y los objetos de valor, que estaban en una caja fuerte y en la vitrina del local, en una bolsa rosa de una tienda de ropa femenina.
Antes de huir, el asaltante les dice a los empleados: “Quédense ahí tranquilos, no rompan las bolas, loco, que no estoy jugando. Hago esto porque mi abuela está enferma”. Ahora deberá hablar ante la Justicia.
