Malena Antonella Chiocconi (21) quedó enredada en un laberinto que la llevó a la muerte. Había arreglado una salida con un joven de 25 años que conoció en las redes sociales. Todavía no está claro cómo fue que terminó arriba de un auto robado, con otros tres jóvenes, y escapando de la policía por la Autopista Panamericana.
“La policía nos está siguiendo”, le contó llorando a su mamá en un audio de WhatsApp que le envió a las 4.33 de la madrugada del viernes 8 de julio. La respuesta de la mujer fue inmediata: “Te voy a buscar”.
Daniela, la mamá, recibió la ubicación, pero cuando llegó al lugar ya era tarde: el VW Vento en el que Malena viajaba como acompañante se había estrellado contra un camión estacionado, a metros de la estación de peaje del ramal Campana, en el kilómetro 33,7 de la Panamericana. Como consecuencia del impacto, tres de los cuatro ocupantes del coche fallecieron en el acto. Una de ellas, Malena.
"Le dije 'Male vení a casa o voy a buscarte', pero no contestó más", contó la mamá
Los voceros policiales identificaron al conductor como Joel Guillermo Galván, un joven de 25 años que tenía antecedentes penales. Atrás viajaban Joaquín Mirko Fernández, de 23, también con prontuario, y un menor de 16 años, el único sobreviviente que fue trasladado en grave estado al hospital de General Pacheco.
Trágico destino. La mamá de Malena estaba al tanto de la salida de su hija. Sabía que se encontraría por primera vez, con Joel Galván, alias “el Gordo”, un chico al que su hija no conocía personalmente. Malena y Joel habían arreglado una cita en San Miguel. Cerca de la medianoche, Daniela le envió un mensaje para saber cómo iba todo. La respuesta fue instantánea: “Todo bien, ma”.
Malena vivía en San Fernando. No tenía antecedentes delictivos. Según su perfil de Facebook trabajaba para una marca de ropa, aunque el último trabajo que figura en sus registros es para una estación de servicio de las calles Mitre y Sivorí, en la localidad de Munro.
“Lo único que quiero aclarar es que Malena era la primera vez que salía con este chico. Me manda un mensaje a las 4.33 de la mañana asustada, llorando porque la policía los estaba siguiendo y, por lo que veo en las cámaras, ella quiso salir del auto y me mandó la ubicación”, explicó Daniela, en declaraciones al canal C5N.
“Le dije ‘Male, vení a casa o voy a buscarte’, pero no contestó más y me vine directamente acá, donde me encontré con esto”, contó la mujer en el lugar del accidente.
La persecución policial se había iniciado unos minutos antes cuando desde el Centro de Operaciones de Tigre (COP), el lugar donde se monitorean las cámaras de seguridad del distrito, advirtieron una conducta extraña en el interior de un Vento estacionado en el cruce de la avenida Blandengues y Alvear, en la zona de Bancalari.
La puerta del lado del acompañante se había abierto y cerrado varias veces en pocos segundos, llamando así la atención de los operadores. La sospecha inicial planteaba una posible situación de violencia de género.
La chapa patente del Vento, MDG 702, no presentaba impedimentos legales en el sistema, aunque más tarde se supo que había sido cambiada porque el coche había sido robado tres días antes.
En los videos de las cámaras de seguridad de Tigre se alcanza a ver cuando un móvil del COT corta un carril de la colectora de la Panamericana, a la altura de la calle Chile, con el objetivo de frenar el paso del Vento, pero el conductor sigue su marcha y casi atropella a uno de los policías.
Lo que siguió fue una fuga a toda velocidad por el ramal Campana. Las cámaras de la estación de peaje registraron el paso del Volkswagen Vento. Y atrás tres patrulleros con las balizas encendidas que lo persiguen.
Según fuentes policiales, el conductor del auto en el que viajaba Malena perdió el control a unos pocos metros. No está claro si fue por un disparo que realizó uno de los policías o si reventó un neumático en la frenética persecución. Lo cierto es que unos metros más adelante el auto terminó impactando de lleno contra un camión marca Mercedes-Benz que estaba detenido en la banquina de la autopista.
Los voceros señalaron que los tres varones que viajaban en el auto tenían antecedentes delictivos. De hecho, familiares de Galván, el joven que había pactado la cita con Malena, se acercaron también al lugar y reconocieron que el chico había protagonizado otros robos en la zona en las últimas semanas.
De hecho, el Vento que manejaba había sido robado el sábado 2 de julio en el partido de Escobar, pero llevaba otra patente para evitar que saltara el pedido de secuestro.
En el lugar estuvo presente el fiscal general Cosme Iribarren, quien inmediatamente convocó a personal de Gendarmería Nacional y apartó a la Policía de Buenos Aires.
Entre otras medidas, dispuso el secuestro de las armas de los efectivos que participaron de la persecución y además ordenó someterlos a un test de alcoholemia.
“Ese es el auto que me robó”
R.P.
La noticia de la trágica persecución en la Panamericana llamó la atención de Juan Pablo, un hombre que casualmente había sido víctima de un robo unos días antes en la misma zona.
“Cuando veo las noticias es el mismo auto, mismo color, mismo modelo, cuatro individuos a punta de pistola”, aseguró el testigo, en declaraciones al canal de noticias C5N.
“Ese es el auto que me robó”, remarcó Juan Pablo, quien anunció que iría a la fiscalía para ver si puede recuperar su camioneta, que era nueva y la había “sacado el viernes de la agencia”.
Al dar más detalles de cómo fue el asalto, comentó que ocurrió a las 20.30 cuando estaba yendo a un supermercado, a dos cuadras de la autopista, donde lo cruzaron con el Vento “de frente” y “se bajan cuatro personas armadas” que le sacaron “todo”.
Fuentes polciales indicaron que el asalto fue en cercanías del barrio privado De Vicenzo Grande de Pilar, donde la víctima iba a un supermercado con una camioneta Toyota Hilux blanca.
“Fue todo muy rápido. Lo único que pude ver es que eran personas que no tenían más de 22 o 25 años. Estaban muy drogadas, muy nerviosos, todos con revólver”, señaló.
Al enumerar lo que le robaron detalló que se llevaron “un teléfono iPhone, plata, alianza, cadenas y hasta un buzo, todo lo que tenía puesto”.