Hace más de un año que una mujer denuncia sistemáticamente a su expareja por hostigamiento y violencia de género. Lleva más de cuarenta presentaciones, pero recién ahora, y para resguardar su vida, la justicia ordenó detener al acusado, un abogado salteño que además trabaja como asesor en la Cámara de Senadores de Salta.
Matías Sanz Navamuel, de 54 años, fue detenido el jueves 8 de julio pasado. En mayo de 2020, el Juzgado de Violencia Familiar y Genero N° 2 de Salta había ordenado la exclusión del hogar. Le prohibió ingresar a su domicilio, acercarse a los lugares a los que concurra la víctima y mantener a una distancia mínima de 300 metros.
También lo intimó a que se abstenga de ejercer actos de violencia física o psíquica en contra de su expareja y su grupo familiar, como así también de "proferir insultos, palabras agraviantes o realizar amenazas descalificantes por cualquier medio".
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Sin embargo, el abogado denunciando violó las restricciones en numerosas ocasiones, además de incurrir en nuevos hechos de violencia. La fiscal María Luján Sodero le imputa a Sanz Navamuel los delitos de desobediencia judicial, turbación de la posesión y desobediencia judicial en concurso ideal; coacción agravada y desobediencia judicial en concurso ideal y amenazas agravadas y desobediencia judicial en concurso ideal (14 hechos).
Para la funcionaria "es evidente una actitud permanentemente acosadora, hostil, agresiva e intimidante de su parte, que muestra un abierto desinterés en acatar la manda judicial". En ese contexto, argumentó que "se tornó imperativo el pedido de detención, que aparece como único medio posible para asegurar el cumplimiento de las normas desatendidas y así lograr la protección de la víctima".
La primera denuncia que radicó la mujer fue el 18 de mayo de 2020. "Ese día intentó matarme", denunció la mujer a la policía, que llegó a su casa porque los vecinos escucharon su pedido de auxilio.
De acuerdo a su presentación , el abogado la tomó del cuello, la golpeó y la arrastró por las escaleras. Después siguió acosándola y amenazándola. Le dejaron un pollo trozado con un mensaje que decía: "Así vas a quedar, no jodas". Arrojaron una botella contra la puerta y clavaron un cuchillo en una remera suya que estaba en el patio.
La víctima tiene custodia policial, pero eso tampoco alcanzó para que el agresor dejara de amenazarla. Recién ahora, que el acusado fue detenido, la mujer sintió un poco de alivio.
LN/ ds