El cuerpo de Griselda Guerra (36) fue arrojado en el predio de una escuela del barrio La Favorita, en cercanías del Cerro de la Gloria, uno de principales puntos turísticos de la ciudad de Mendoza. Y lo encontró de casualidad un hombre que había salido a pasear el perro.
La víctima vivía en el barrio René Favaloro y tenía cuatro hijos. Había desaparecido el pasado viernes 16 de julio. Según fuentes policiales, el cadáver fue hallado este domingo 18. Estaba en el predio de la escuela El Bosque, a unos 200 metros del exhotel Kilimanjaro, y presentaba signos de haber sido golpeada en el rostro.
La principal sospecha que tienen los investigadores del caso es que Guerra fue asesinada con un machete o un hacha y su cuerpo descartado en el sitio donde el hombre que paseaba el perro lo encontró. Por el femicidio los investigadores apuntan directamente contra su expareja, un hombre de 40 años y padre de dos de sus hijos, que fue detenido horas después del hallazgo.
El acusado, identificado como Luis Leandro Benavídes (40), estaba internado en el hospital psiquiátrico Dr. Carlos Pereyra de Mendoza. Allí lo habían trasladado antes de la aparición del cadáver de su exmujer porque había presentado síntomas de delirio e ideas de suicidio mientras viajaba en un colectivo.
De acuerdo con las fuentes, Benavídes, que además dio positivo de Covid-19, había sido denunciado dos veces por violencia de género contra la víctima.
Guerra se había separado del supuesto femicida hace algunos meses y estaba viviendo en la provincia de San Juan. Según el diario Los Andes, regresó a la ciudad de Mendoza con la intención de vender la casa familiar, lo que habría derivado en una fuerte discusión con su expareja.
Claudia Ríos, la fiscal de Homicidios que investiga el caso, imputó a Benavídes por el delito de "femicidio", que prevé una condena a prisión perpetua.
LN CP
