POLICIA

Habló uno de los liberados del caso Candela

Alfredo Monteros, detenido junto a su hijo y excarcelado hoy, aseguró que es inocente pero no opinó sobre el caso: "si agrego algo, estoy haciendo de detective", dijo.

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Alfredo Monteros, el tornero de 75 años que fue detenido junto a su hijo acusado de encubrir el crimen de Candela Rodríguez, ratificó hoy ante la prensa su inocencia apenas fue liberado. Aseguró que mientras estaba preso se enteró al escuchar por televisión que en la casa en la que él había estado estuvo secuestrada la nena.

El hombre no quiso dar ninguna hipótesis sobre el caso de Candela: se limitó a decir que era inocente y afirmó que "si agrego algo, estoy haciendo de detective".

Horas después de su detención, los vecinos de su casa, en la calle Itaquí 3184 del barrio porteño de Villa Soldati, habían tirado ramos de perejil ante los periodistas para sostener que el hombre no tenía nada que ver con el crimen.

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Tras ser liberados, Los Monteros, padre e hijo, fueron hasta la casa de Kiernan 992, de Villa Tesei, donde habría estado la nena secuestrada, el 31 de agosto pasado, día en que apareció el cadáver de Candela.

Según explicaron en su declaración, fueron hasta allí porque la dueña de la casa les había ofrecido llevarse cosas que había en la casa, ya que estaba por ser ocupada por inquilinos. Se habrían llevado una mesa, un tocadiscos y unas herramientas en una camioneta de flete que contrataron en ese momento, a cargo de Gustavo Valenzuela.

Tanto los Monteros como Valenzuela fueron hoy excarcelados por orden de la Justicia que, no obstante, sigue investigándolos por encubrimiento. Tras ser liberado y llegar a su casa, Alfredo Monteros padre se encontró con carteles que le daban la bienvenida y le manifestaban su convicción de que no había tenido nada que ver.

El hombre habló junto a su esposa ante los periodistas que lo esperaban y dijo que sentía "tristeza y orgullo" por la actitud que tuvieron con él sus vecinos. Afirmó que el día en que fue a la casa Kiernan 992 de Villa Tesei fue a pedido de "Mabel", en alusión a Gladys Mabel Cabrera, la dueña de la casa rosa que permanece detenido.

"Llegué con mi hijo ahí, esperé el flete y me fui. Mabel me dijo 'estos dos son los inquilinos' pero ni la cara les miré porque no me interesaba. Recién me enteré por la televisión que habían tenido a la nena en la casa. Lo vi en un televisor que tenían donde estaba detenido", afirmó.

Fuente: DyN