Se cruzaron de vereda. Veintitrés policías del Comando Radioeléctrico de Santa Fe fueron imputados por diversos delitos, como robo calificado, torturas, daño y tenencia ilegítima de armas, y 15 de ellos quedaron detenidos.
Los fiscales Ezequiel Hernández y Mariela Jiménez acusaron a los integrantes de la fuerza de seguridad de graves hechos, cuyas calificaciones fueron aceptadas por la jueza penal Susana Luna.
“Entre las atribuciones más comunes, se destacan la falsedad ideológica en instrumento público y la portación y tenencia de armas de fuego”, sostuvo el fiscal Hernández. “Esto es así –siguió– porque una de las conductas de los imputados que se reitera en los hechos investigados es lo que vulgarmente se llama ‘plantar’ armas a personas que no llevaban, o ‘reemplazar’ armas a quienes tenían una en su poder”.
El fiscal agregó que “además hay otras imputaciones por delitos que son considerados más graves por el Código Penal, como torturas, robo calificado, allanamientos ilegales y privación ilegítima de la libertad”.
Los acusados prestaron servicio en el Comando Radioeléctrico de la ciudad de Santa Fe entre 2016 y 2018, cuando se habrían cometido los delitos investigados, y ahora cumplen funciones en otras áreas de la policía provincial.
Según informó el Ministerio Público de la Acusación, 15 de los policías permanecerán con prisión preventiva y el plazo de cada una de ellas se resolverá en audiencias la próxima semana.
Otros siete acusados seguirán el proceso en libertad. En tanto, una mujer policía involucrada en el caso fue beneficiada con prisión domiciliaria porque es madre de un menor de edad.