El jueves 17, la Policía de la Ciudad encontró en un descampado cercano a la estación de trenes de Sáenz Peña, en el partido de Tres de Febrero, una riñonera con el DNI de Betiana Rossi, su iPhone, dos tarjetas, un juego de llaves y una botella de alcohol en gel. Este rastro se logró por la triangulación de teléfonos.
El análisis de antenas en la causa investigada por el fiscal Marcelo Retes determinó que la última señal había sido emitida el lunes 7 y el viernes 11, es decir, cuatro días después de que se vio a esta mujer de 38 años. Según se estima, esta riñonera pudo haber sido tirada desde alguna calle cercana al descampado.
El lugar donde se encontró la riñonera con estas pertenencias linda con la estación Sáenz Peña, del ferrocarril San Martín, a una cuadra y media de donde fue captada por las cámaras de seguridad por última vez en el supermercado chino. Y lo que llama la atención de los investigadores es que esta riñonera no presentaba signos de extravío. Estaba limpia. Cerca de esta pertenencia de Betiana también había una botella de plástico, pero no se puede asegurar que pertenezca a esta madre de tres niños, buscada intensamente.
Ayer los investigadores peritaron el teléfono para saber qué llamadas hizo o si contestó o envió mensajes a alguien entre el 7 y el 11. Una de las dificultades que puede presentar este análisis es el desbloqueo del iPhone encontrado.
Por el momento continúa las búsqueda de Betiana. Ella falta de su casa de Villa Real desde el 7 de febrero. Salió después de una discusión con su actual pareja.
Ocho días después de la desaparición, los perros de la Policía de la Ciudad marcaron una propiedad en Sáenz Peña, una casa tomada, en la que se hizo una inspección con testigos y con la anuencia de la Fiscalía N° 23, a cargo del caso. También se utilizó un drone del área de Defensa Civil para realizar un rastrillaje aéreo, se entrevistó a familiares y amigos, pero no se detectó ningún rastro de la víctima.
Cabe recordar que Betiana Solange Rossi tiene 38 años y es madre de tres niños. Mide aproximadamente 1,70 metros, es delgada y de tez trigueña. Su cabello es castaño y largo y tiene un lunar del lado derecho. Además, presenta diferentes tatuajes. Uno de los tatuajes está en el brazo derecho y tiene el dibujo de una mujer y una luna, otro en el antebrazo derecho es un mandala, en el brazo izquierdo tiene una frase que dice “En algún lugar podrás encontrar felicidad”. En el costado de la cintura tiene unos tribales y en la pierna, una pluma que se desdibuja formando aves.
Se sabe que estaba sin trabajo y que al día siguiente de su desaparición la familia hizo la denuncia y no dejó de buscarla.
Entre las hipótesis que se manejan sobre este caso se pueden mencionar el secuestro, porque no lograron encontrar huellas dactilares en el celular de Betiana Rossi ni en ninguna pertenencia; su huida por peleas y problemas económicos y una última, relacionada con la anterior, el enojo con su novio y deudas financieras.
Según dijo su hermano, “ella estaba hablando con su novio y se enojó. En ese momento, el novio nos avisó y la fui a buscar para que vuelva, pero no la encontré. Ella salió a caminar hacia General Paz y cruzó a Provincia, que fue el último lugar donde se la vio”.
