Julián Christe (32), el hijo de una exjueza de Paraná acusado de arrojar a su novia desde el balcón de un octavo piso, fue condenado a prisión perpetua, en una decisión unánime de un jurado popular.
"Nosotros, de manera unánime, y conforme al requerimiento de la acusación, encontramos al acusado culpable del delito homicidio agravado por el vínculo y por haberse perpetrado en un contexto de violencia de género", comunicó esta tarde uno de los doce miembros del jurado que intervino en el juicio por el femicidio de María Julieta Riera (24), ocurrido en la ciudad de Paraná, en abril del año pasado.
Christe, que llegó a juicio con el beneficio del arresto domiciliario y es hijo de la exjueza en lo Civil y Comercial de Paraná Ana María Stagnaro, quedó inmediatamente detenido por orden de los jueces del tribunal.
La víctima y el acusado convivían hacía un año y medio en un edificio de la calle San Martín al 900, en el centro de la ciudad de Paraná. Según coincidieron los testigos en el proceso, Julieta era víctima de violencia de género.
Antes de conocerse el veredicto, Christe, que nunca aceptó ser indagado, pronunció sus últimas palabras. "Solo quiero decir que soy inocente, que a Julieta la amaba con el alma, tengo la conciencia tranquila de que yo nunca le hubiera hecho daño, eso es todo", dijo el acusado frente a los doce integrantes del jurado popular.
Julieta murió el 30 de abril del año pasado al caer por el balcón de un octavo piso. Según el informe médico forense, su cuerpo presentaba más de 31 lesiones, hematomas, hemorragias y excoriaciones en el rostro, cuello, brazos y piernas que "fueron anteriores a la caída". Lo que creen que es la joven fue arrojada al vacío en estado de inconsciencia.
En su alegato de clausura, el fiscal a cargo de la acusación, Ignacio Aramberry, había asegurado que el acusado "es un violento de manual" y reclamado que sea declarado culpable por el delito de femicidio.
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Aramberry señaló que Christe "quiso matar a Julieta": "La tiró desde un octavo piso e inconsciente, mientras él estaba lúcido y sabía lo que hacía. Luego, se fugó sin llamar a emergencias, pidió ayuda a su madre exjueza e intentó contactar a un abogado".
El fiscal destacó que el acusado es un "violento que rompía plantas, vidrios y monitores del edificio, generaba grescas, sufría lesiones por peleas, agredió a su expareja y también a Julieta". Para Aramberry "no se puede preguntar si fue un accidente, porque quedó demostrado que es imposible".
En cambio, el abogado del acusado, Franco Azziani Cánepa, basó su defensa en la "impericia policial" y aseveró que durante el juicio "no se pudo determinar la mecánica del hecho ni el móvil".
"La investigación es tan deficiente como mamarrachesca. Nosotros hemos demostrado la verdad y destruido la mentira. Esa mentira que dice que hubo baño de sangre, cristales rotos, anteojos rotos, esa ha quedado destruido", dijo el defensor y enseguida se dirigió a los doce miembros del jurado popular: "Yo les voy a pedir que obren con la conciencia tranquila. No sean complacientes con la mentira, sean esclavos de la verdad y la ley. Tengan coraje y sean justos con la verdad. Dicten un veredicto de no culpabilidad, porque ese chico (por el acusado) es inocente".
Sin embargo, y luego de deliberar un par de horas, los integrantes del jurado comunicaron su decisión unánime: declararon culpable de femicidio a Julián Christe.