La Cámara Primera del Crimen de General Roca aceptó que los hijos del asesinado gobernador Carlos Soria y Susana Freydoz, acusada del homicidio, declaren sin público durante el juicio por el crimen del mandatario, que comenzó hoy.
El tribunal manifestó esta decisión luego de pasar a un cuarto intermedio de 30 minutos para analizar el pedido de los cuatro hijos del matrimonio Soria-Freydoz: testimoniar sin la presencia de la prensa y el público, a fin de mantener la intimidad de la familia.
Asimismo, los jueces aceptaron, por pedido de la defensa, que la acusada se retire de la sala cuando declaren los testigos, tras lo cual comenzó el testimonio del policía Luis Córdoba, uno de los custodios de la chacra donde murió el gobernador.
Por su parte, Susana Freydoz, fue trasladada hoy hasta la sala de audiencias desde el hospital de Cipolletti, donde permanece desde poco después del crimen, aunque su abogado, Alberto Riccheri, adelantó que no prestará declaración durante el proceso.
Carlos Soria, de 62 años, recibió un disparo en la cara el 1 de enero, cuando se encontraba con su mujer en un dormitorio de la chacra familiar de Paso Córdova, próxima a Roca, aparentemente en medio de una discusión.
Freydoz, madre de los cuatro hijos de la víctima, entre ellos el intendente de General Roca, Martín Soria, se encuentra imputada de "homicidio calificado por el vínculo, agravado por la utilización de un arma de fuego".
A pesar de la gravedad de la imputación, nunca se le dictó prisión preventiva, a la vez que fue alojada en un hospital público para seguir con un tratamiento psiquiátrico.
Los defensores procurarían demostrar que la mujer fue presa de "emoción violenta" o que, por su cuadro de salud, podría ser declarada inimputable.
En ese sentido, Riccheri dijo a la prensa al ingresar a la sala de audiencias que "este juicio no es blanco y negro, está lleno de matices, de grises". En su opinión, "los jueces cometerían un grave error si simplifican por imputable o no imputable" la conducta de Freydoz.
De todas formas, el letrado insistió en que se trata de una mujer que puede ser víctima de "autoagresión" y debe permanecer "controlada" por personal médico.
Riccheri advirtió que "ella tiene una particular manera de vincularse" con la situación que está viviendo, que está relacionada "con su situación patológica, con la medicación que toma", relató.