Exhausta, deshidratada, sucia y caminando. Así encontraron a Gabriela Córdoba junto a su secuestrador después de haber caminado más de 200 kilómetros atravesando campos deshabitados y montañosos. “Tenés que seguirme porque sos mi salvación”, le aseguró su captor, Francisco Bayón; Gabriela no tuvo otra opción que seguirlo.
En su travesía fue dejando señales pensando que así podría ser rescatada.Después de 19 días de incertidumbre, en los que fue violada reiteradas veces, su único deseo se convirtió en realidad: fue rescatada antes de que fuera tarde.
La joven, de 27 años, estaba entusiasmada con una entrevista de trabajo que le había conseguido Francisco, un ex compañero de la primaria con el que se había reencontrado un mes atrás después de más de diez años sin verse. “Se encontraron en un supermercado y se pasaron los teléfonos. Después él le ofreció un puesto de trabajo en una empresa petrolera del tío, en el barrio de Astra”, cuenta a PERFIL Zunilda, la hermana de la víctima.
“Ella estaba muy contenta con esta posibilidad y decía que este infeliz era rebuena persona porque le había ofrecido laburo”, recuerda
Con una calza negra, borcegos, chaleco y una campera negra, Gabriela se encontró con su futuro captor en el barrio Mosconi. Juntos viajaron unos 18 kilómetros hasta Astra, un pueblo de 250 habitantes.
“Cuando Gabriela se da cuenta de que ese trabajo no existía, le pregunta adónde la lleva. ‘Vos seguime porque vos sos mi salvación, si no te mato y mato a tu familia. Tengo problemas con la Justicia y no quiero caer preso’, le contesta. Ella era como su escudito, su protección”, afirma Zunilda sobre lo que vivió su hermana.