El cadáver mutilado de una mujer fue hallado hoy en un camino vecinal del departamento Robles de Santiago del Estero y los investigadores detuvieron a la ex pareja de la víctima, sospechado de tener vinculación con el crimen.
En horas de hoy, también fueron detenidos el remisero Guillermo Pereyra, su novia Lucrecia Ledesma y el hijo de ésta, Esteban, de 18 años, así como de Gabriel Brandán de 19 años, del mismo barrio. Los investigadores consideran si el homicidio fue ejecutado en el contexto de rituales umbanda.
Fuentes policiales informaron que la víctima fue identificada como Fabiana Raimundi Corral, de 43 años, una maestra jardinera que había sido reportada como desaparecida por sus familiares.
La víctima salió de su hogar del barrio Juramento en la tarde de ayer para realizar trámites en la zona céntrica de esta capital, pero no regresó y la desaparición fue denunciada por su madre en la comisaría tercera.
Un docente que circulaba en un automóvil por un camino de ripio que une las localidades de Villa Robles y Beltrán, unos 30 kilómetros al sudeste de esta capital, visualizó esta mañana las piernas de una mujer a un costado del camino.
De inmediato dio parte a la policía, por lo que se hicieron presentes efectivos y funcionarios judiciales de turno de La Banda, el juez Ramón Gómez y la fiscal Norma Morán.
Los investigadores manifestaron que la víctima presentaba heridas que hacían irreconocible su rostro, le habían sacado piel del cuello y tórax, y sufrió la amputación de sus senos.
Los forenses trabajaban para establecer la mecánica del crimen, pues al parecer sufrió además acciones de alimañas y perros vagabundos.
De todos modos, se pudo establecer que al momento del hallazgo de los restos la educadora llevaba entre diez y doce horas sin vida.
Además, se allanó su vivienda del barrio Los Flores en busca de pruebas y se secuestró el automóvil de alquiler que conducía habitualmente.
La policía deslizó que el crimen de Raimundi puede tener relación con ritos umbanda, informó Diario Panorama.
Los que residen a los alrededores de la casa de Lucrecia Ledesma, una de las detenidas, comentaron que ella se hacía llamar “La Mae”, término con el que se alude a las sacerdotisa de ese culto. Varios ciudadanos la habrían visto junto a su hijo y otras personas en la calle con tambores y campanas hablando en un idioma desconocido por los vecinos.
Los vecinos coincidieron en indicar a Panorama que "en esa casa se hacían rituales".
"Se escuchaban ruidos. Se llegó a ver a personas vestidas de una ropa muy poco convencional. Por las noches, se veía a mucha gente que venía a participar de esos rituales. Esas noches la cuadra estaba colmada de autos”, indicó una fuente anónima a ese medio.
