En el marco de un clima de profunda desconfianza y fuertes críticas a la Justicia de Río Cuarto por el arresto de Gastón Zárate, el albañil acusado de asesinar a Nora Dalmasso, el juez de Control de esa ciudad, Daniel Muñoz, resolvió liberar al detenido luego de un pedido de excarcelación de su abogado presentado durante la tarde de ayer.
Lo primero que hizo Zárate al recuperar la libertad fue ir a su casa, abrazarse con su madre y recibir el apoyo de sus vecinos, que le contaron que anoche realizaron una cadena de oración para volver a tenerlo pronto en el barrio.
En sus primeras declaraciones a la prensa, el joven reiteró que no tiene nada que ver con el asesinato de Dalmasso y reveló que tiene miedo de lo que pueda suceder de ahora en más.
Siempre muy cerca de su novia, el albañil comentó que ayer por la tarde se emocionó al ver por televisión el "perejilazo", y aprovechó la ocasión para agradecer por el apoyo. Según indicó el propio Zárate, esta tarde participará del cacerolazo convocado para exigir la renuncia de los fiscales de la causa.
El episodio del albañil desató la indignación de los vecinos de Río Cuarto y las fuertes críticas destinadas a la investigación derivaron en una inminente interpelación al fiscal General de Córdoba, Gustavo Vidal Lascano, por las irregularidades que cometieron los fiscales en la causa.
Enrique Zabala, el letrado que defiende a Zárate, había resuelto no esperar hasta la indagatoria y solicitó que el control jurisdiccional “reexamine los elementos por los cuales fue detenido Zárate e incorpore las denuncias realizadas en contra de la Policía por otras personas”.
El recurso fue presentado durante la tarde de ayer, según consigna La voz del interior. El juez tenía tiempo hasta hoy a las 17 para ordenar la liberación o confirmar la convalidación de la medida de los fiscales Javier Di Santo, Fernando Moine y Marcelo Hidalgo, aunque decidió liberarlo alrededor de las 12.30.
El pedido del abogado apuntaba a saber si eran adecuados los fundamentos de la detención. Además, había solicitado que se considere que el testigo que habría incriminado al pintor, “Carlitos” Curiotti, habría rectificado su declaración, al tiempo que su familia acaba de denunciar penalmente a la Policía de haberlo coaccionado e instigado a producir un falso testimonio.
Vecinos indignados. Luego del "perejilazo", la masiva manifestación que se realizó ayer en Río Cuarto en protesta por el arresto de Gastón Zárate uno de los manifestantes adelantó esta mañana que para hoy a las 19 se programó un cacerolazo en donde se pedirá la renuncia de los fiscales.
A pesar de la liberación, la hermana de Zárate confirmó que la marcha se realizará de todos modos. “Está confirmada la para esta tarde, se va a hacer igual y va a estar Gastón", aseguró Yanina.
José Lisiaga, uno de los más de dos mil cordobeses que ayer al grito de “corruptos, corruptos, si no sueltan al pibe qué quilombo se va armar” integró la manifestación que se realizó en el corazón de la ciudad de Río Cuarto, aseguró que si la Justicia contara con pruebas contundentes, “no hubieran pasado más de dos meses para encontrar a este chico”.
Por la libertad de Zárate. La indignación del pueblo de Río Cuarto se materializó ayer en el “Perejilazo”, que arrancó con unas escasas cien personas desde las céntricas avenidas Sobremonte y Belgrano pero a los pocos minutos -y en coincidencia con la noticia de que Zárate había sido acusado por el crimen- una multitud se sumó a la caminata, que pasó primero por la comisaría de la ciudad, luego llegó a los tribunales y de ahí se dirigió a la casa de Daniel Lacase, el amigo y ex abogado del viudo Marcelo Macarrón.
La madre del único detenido del caso, Shirley Barrionuevo, encabezó la manifestación y en medio de lágrimas agradeció el respaldo de sus conciudadanos. “Es una vergüenza, estamos aquí porque tenemos el mismo temor que la familia de Gastón”, señaló un manifestantes y añadió que la Justicia “terminó cortando por el hilo más delgado”, en relación al proceso de Zárate.
Los cánticos de los manifestantes apuntaron también contra el gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota, políticos locales y varios amigos de la familia Macarrón involucrados en la causa e incluso reconocidos amantes de Dalmasso.