Samid dormía cuando fue atacado por su papá a puñaladas en su casa de Santiago del Estero. Y luego todo fue dolor y horror. El acusado le clavó una docena de cuchilladas y luego escribió en la pared con sangre: “perdonen, los amo”. Después se autolesionó y aún permanece hospitalizado.
El menor de 3 años no llegó a despertarse de la siesta. Ni su tío ni su abuela, que también vivían en la casa, lo escucharon gritar. Germán Adolfo Torres Murad atacó a su hijo con un cuchillo de cocina ayer luego del mediodía en el barrio Autonomía de la capital santiagueña. Luego se autolesionó y se perforó un pulmón por lo que fue internado en el hospital local.
Todo ensangrentado, Torres Murad se presentó en la habitación de su hermano y le dijo “matame, matame”. Y le contó lo que acababa de hacer.
Samid estaba muerto en la cama cucheta en la que se acostó a dormir un ratito antes de almorzar. El hermano del homicida llamó a la policía y los efectivos encontraron escrito en una pared con, aparentemente, la sangre del pequeño: “perdonen, los amo”, informó el Diario Panorama.
Hacía un año y medio que el nene vivía con su padre. Y la madre de éste lo ayudaba con la crianza. Aunque los testigos contaron que Torres Murad era violento con el menor porque lo consideraba “muy inquieto”.
Además, una de las versiones habla de que el día anterior el filicida había discutido con la mamá del nene porque ella le dijo que se iba a mudar con su actual pareja y quería llevarse a Samid a vivir con ella. De confirmarse esta hipótesis podría tratarse de un femicidio vinculado.
Torres Murrad continúa internado en terapia intensiva, según el último parte médico difundido hoy por los medios locales. Mientras que lo imputaron por “homicidio doblemente calificado por el vínculo y alevosía”.
Otros casos. En la localidad de Alsina, en el partido de Baradero, Lorenzo de dos años fue asesinado por su papá policía en agosto pasado. El nene también dormía cuando recibió dos balazos en la cabeza. Luego Elías Martínez se suicidó con su arma reglamentaria.
Ambos cuerpos fueron encontrados por la mamá del pequeño cuando regresó de trabajar. La pareja había discutido la noche anterior, por lo que se cree que se trató de un femicidio vinculado, es decir, que el hombre mató al nene “con el objeto de castigar y destruir psíquicamente a la mujer”.
El último de los hechos, con similares motivaciones, ocurrió un mes después. Javier Reyna acuchilló a sus dos hijos, en su casa de la localidad cordobesa de Capilla del Monte. La nena de 6 años se recuperó luego de pasar unos días internada. Pero Thiago (9) no sobrevivió.
A ambos los acuchilló y luego le mandó una foto con el brazo ensangrentado a la mamá de los nenes. A Reyna ayer le dictaron la prisión preventiva por ‘homicidio doblemente agravado por el vínculo y venganza transversal; homicidio doblemente agravado por el vínculo y venganza transversal en grado de tentativa, todo en concurso real’.
NG
