“Yo nunca manché mis manos con sangre, soy un pobre infeliz al que le quitaron la vida a los 20 años”. El que habla es Carlos Robledo Puch (68). Y lo hace desde el penal de Olmos.
El “ángel de la muerte” lleva casi cincuenta años detenido, acusado de cometer once homicidios, aunque él asegura que “no mató a nadie”. En la segunda parte de la entrevista que dio al sitio El Editor Platense habló del ministro Sergio Berni, pidió la libertad como se la dieron al múltiple homicida Ricardo Barrera y dijo que iría a buscar a sus padres al cielo para “abrazarlos, porque les hice mucho daño a ellos”.
Robledo Puch está encarcelado desde 1972 y hace rato que es el preso con más años de todo el país. Ya ni siquiera se esfuerza por pedir una excarcelación porque sistemáticamente se la niegan. Lo que exige ahora, desde la Unidad 26 de Olmos es que lo maten porque está cansado de sus problemas de salud.
Robledo Puch: "Me gustaría darme un tiro en el corazón como hizo Favaloro"
“Lo que necesito y pido desde hace meses es que me administren la eutanasia, que me den una inyección y me eliminen. Me estoy muriendo, yo nunca lastimé ni maté a nadie, nunca usé armas para robar, jamás, y yo robaba para ayudar a gente pobre, desposeída, me crié en un conventillo y a los 20 años me quitaron la vida en este país donde no hay ley, los delincuentes entran por una puerta y salen por la otra. No soy quién, quizás, para hablar de la inseguridad pero yo debería tener la libertad como la tuvo en su momento Barreda”, expresó en la entrevista que le dio al periodista Alejandro Salamone.
También se refirió a los hechos de inseguridad actuales: “Es algo tremendo, algo que hay que combatir. Sabe qué pasa, hay mucho garantismo. La policía no está preparada y tiene miedo de actuar porque no quiere ir a la cárcel. Los delincuentes van a la cárcel y después salen, no soy quién para opinar sobre esto, pero tipos como Berni no sirven para una mierda, porque son gente que buscan la figuración (sic)”.
Lo que necesito y pido desde hace meses es que me administren la eutanasia
Robledo Puch asegura que él no mató a nadie y acusa a los Ibáñez. Jorge Antonio era su amigo y murió en un accidente de auto en el que Puch se vio involucrado. Otro de sus compañeros de andanzas fue Héctor Somoza, quien fue asesinado, según la Justicia, por el propio Puch mientras estaban en pleno robo en una joyería.
“Quienes mataban eran los Ibáñez y por la corrupción de este país, por 50 millones de pesos ley que puso Jorge Ibáñez, compraron al subcomisario de Tigre de aquel entonces para que no se sepa el verdadero autor de esos crímenes y me dejaron preso a mí”, explicó su versión.
“Usted me preguntó a quién iría a buscar (si recuperara la libertad) y yo le digo que iría a buscar a mi mamá y a mi papá al cielo, quiero abrazarlos, les hice mucho daño a ellos. Y al pueblo argentino quiero abrazarlo fuerte también, le digo que tengan mucha fe, que vamos a salir ¡Viva la patria carajo!”, expresó “el ángel de la muerte” y cortó el teléfono.