Mientras el arco político en su conjunto espera el regreso de Cristina Kirchner a su cargo, tras la licencia por enfermedad, ayer se conoció que el Gobierno licitó en más de 52 millones de pesos el servicio de cobertura mediática de todas las actividades de la Presidenta.
El blog Eliminando Variables difundió el jueves último que a través de la licitación 24/2013, la Jefatura de Gabinete de Ministros, que comanda Juan Manuel Abal Medina, adjudicó en $ 52 millones a la firma Prensa Satelital SA el servicio integral de seguimiento de la actividad presidencial, “las 24 horas los 365 días del año”. El acto de apertura de los sobres, donde sólo se presentó esa empresa, fue el 24 de septiembre último.
Prensa Satelital, según la información difundida, pertenece a Pablo Diego Monzoncillo, el creador de la productora de contenidos televisivos La Corte SRL, conocida por estar detrás de las transmisiones de Fútbol para Todos. En este caso, la empresa se encargará de estar detrás de Cristina por un plazo de 12 meses, trabajo por el que presentó una oferta de $ 52.258.000. Esto quiere decir que para generar, transmitir, compaginar, producir, coordinar y distribuir “toda señal audiovisual que sea requerida por la Secretaría de Comunicación Pública” la empresa cobrará un promedio superior a los $ 4 millones por mes. Un detalle no menor es que la convocatoria a la licitación establecía también que a solicitud de la Jefatura de Gabinete, “podrá prorrogarse el servicio por hasta 12 meses más, bajo iguales condiciones y exigencias que las establecidas por la adjudicación original”.
En los últimos años, Monzoncillo vivió un importante crecimiento empresarial. A su participación en La Corte Servicios Audiovisuales se sumó en 2008 la fundación de Tecnología Integrada SRL, cuyo objeto es la prestación de servicios relacionados con procesos de información y desarrollo de software, y el desenvolvimiento en el mercado inmobiliario a través de dos empresas: Proinza SRL (desde 2004) y Proyección Inmobiliaria SRL (desde 2010).
A fines de 2007, sin embargo, el Boletín Oficial lo nombraba como “camarógrafo presidencial”. Fue uno de los dos camarógrafos que viajaron a Venezuela junto al entonces mandatario, Néstor Kirchner, para el fallido operativo que encabezó su par venezolano Hugo Chávez para intentar liberar a Emmanuel, el hijo de Clara Rojas, que estaba en Colombia en manos de las FARC. Ya desde hace años a cargo de la cobertura audiovisual de las actividades de la Presidenta, la licitación obliga al camarógrafo devenido en empresario a “garantizar una eficaz y oportuna distribución de las imágenes y audio a TV abierta, TV por cable, radio AM, radio FM, páginas web, agencia de noticias, portales de noticias y en general a cualquier otro medio y/o soporte emisor de noticias o similar nacional e internacional” y también a “contar con un servicio de atención y consulta permanente, ‘Mesa de ayuda’ con personal de operación, coordinación, producción, y booking las 24 horas, los 365 días del año”.
Todo el esquema de cobertura que se plantea, que incluye entre otras cosas la posibilidad de hacer transmisiones vía satélite o contar con una grúa especial para realizar paneos a una altura variable, puede quedar desmedido en los próximos meses. Se prevé que la Presidenta no podrá hacer viajes de larga distancia ni participar de actos multitudinarios que le insuman la realización de un esfuerzo especial, por lo menos en el futuro cercano.
Todavía se desconoce cuánta exposición mediática tendrá Cristina Kirchner en los próximos meses. Lo que es seguro es que la misma productora de los últimos años ya tiene la millonaria adjudicación para dejar constancia audiovisual de todo lo que ella disponga