Un año atrás y a sólo dos días de las elecciones del 28 de junio, Francisco de Narváez insistía en que obtendría el triunfo en la provincia de Buenos Aires pese a que la mayoría de las encuestas vaticinaban la victoria kirchnerista. En la actualidad, y aunque los sondeos muestran mejoras en los números del matrimonio presidencial, el diputado nacional continúa mostrándose optimista y sostiene que gran parte del electorado sigue rechazando al matrimonio presidencial. “No veo ese crecimiento. Lo que sí veo es que un 25% de la sociedad tiene compromiso con Kirchner, pero el 75% continúa desaprobando la forma en que los Kirchner gobiernan el país”, sostiene De Narváez en una entrevista con PERFIL.
—¿Por qué la fórmula ganadora de los últimos comicios que integró con Felipe Solá y de la que partició Mauricio Macri no puede mantenerse junta?
—No es que no estemos juntos. Los bloques parlamentarios trabajan en conjunto.
—Pero no se juntan para la foto y festejan por separado...
—A lo largo de este año tuvimos aciertos y desaciertos. Los aciertos tienen que ver con haberle puesto un límite al kirchnerismo en el Congreso Nacional y que éste deje de ser una escribanía del Gobierno como lo era. El desacierto está en que trabajamos más desde lo individual que desde lo general, no hemos podido desde el diálogo seguir uniendo, y creo que ésta es la tarea con la que debemos comprometernos en los próximos meses. Mi autocrítica es que sobrepusimos los personalismos, pero no hay nada roto y viene un camino de confluencia.
—¿Lo individual predominó por las diferentes aspiraciones personales?
—Fue un gran paso la unión que el Peronismo Federal mostró hace dos semanas y la definición de que va a haber una única candidatura, pero precisamente de las candidaturas recién se tiene que hablar el año que viene.
La entrevista completa, en la edición impresa del Diario Perfil del sábado.
