El estallido ocurrió el sábado cuando se publicaron declaraciones del director general de Aduanas, Ricardo Echegaray, acerca de la “vulnerabilidad” del sistema informático que controla todas las operaciones de comercio exterior del país. Esto provocó el enojo del director de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Alberto Abad, quien en enero pasado había decidido el reemplazo de la subdirectora de Control Aduanero, María Tirabassi, mano derecha del responsable de Aduanas.
“Tenemos una diferencia de estilo”, afirmaban desde la AFIP, que recriminaba la permanente exposición de Echegaray en los medios, quien reclama el cambio del Sistema Informático María (SIM), que controla todas las operaciones aduaneras del territorio nacional. “Es obsoleto”, suele escuchársele al director de Aduanas, que prepara una modificación del programa junto sectores privados del sector para que luego se llame a una licitación.
Esta situación molestaba a Abad, quien planteaba que todavía no estaba definido si era necesario modificar el sistema. “(Echegaray) no puede salir a hablar de una licitación (...) Un funcionario no puede hacer lobby en los diarios para que otros funcionarios hagan lo que él quiere”, señalaban a Perfil.com desde las oficinas de la AFIP, en Hipólito Yrigoyen 340.
Desde la AFIP aseguraban que el Plan de Gestión 2008 todavía no fue aprobado, al tiempo que señalaban que no existía un acuerdo unánime sobre la necesidad de modificar el SIM. “Mitad de la biblioteca dice que hay que cambiarlo y mitad de la biblioteca dice que el actual sistema se puede aggionar”, comentaban a Perfil.com.
Distinto es lo que planteaban Despachantes de Aduana y las cámaras de exportadores e importadores que respaldaban la gestión de Echegaray, afirmando que la modificación del Sistema Informático María era “una necesidad del comercio exterior”.
Pese a que voceros de la Aduana y de la dirección de la AFIP (que controla a la Dirección General de Aduanas) intentaban minimizar la pelea entre ambos funcionarios, la discusión venía elevándose de tono desde el 27 de enero pasado, cuando Echegaray adelantó en un matutino el llamado a licitación del SIM. Al día siguiente, Abad decidió la separación de Tirabassi.
La discusión se incrementó cuando el director de Aduanas realizó la semana pasada un pedido a la justicia para que “disponga la inmediata intervención” del sistema, el cual estaría permitiendo que personas “muertas” puedan seguir operando en comercio exterior. Esta denuncia de Echegaray agrandó el enojo de Abad, lo que provocó que la disputa (que se remontaría al 2004) tome estado público general. Esta noche, Cristina terminó con un conflicto que no tenía retorno.
