Dos días demoró el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, para responder a los dichos que la mandataria argentina, Cristina Fernández de Kirchner, realizó en la Asamblea General de la ONU en Nueva York.
Cristina reclamó, una vez más, la necesidad de que la República Islámica de Irán no obstaculice la extradición de los funcionarios de ese régimen implicados en la voladura de la AMIA. En declaraciones a la agencia de noticias DPA, Ahmadineyad buscó defenderse recomendándole a la Presidenta no perseguir sólo “el interés de una minoría de sionistas”.
"Queremos aconsejarle al Gobierno argentino que en vez de cumplir con el interés de una minoría de sionistas en Argentina, busque el interés y beneficio para todos", expresó Ahmadineyad en una rueda de prensa que ofreció por fuera de la Asamblea de la ONU.
En su discurso ante la ONU, la Presidenta puntualizó en reiteradas oportunidades el compromiso del gobierno nacional de otorgar "todas las garantías" a los iraníes eventualmente extraditados para que sean "juzgados" por la Justicia argentina.
La jefa de Estado expresó que ella misma "el año pasado" también ante las Naciones Unidas volvió "a solicitar que accedieran a este pedido". "Les dije que en mi país regían garantías constitucionales", puntualizó y denunció que, sin embargo, "nada de esto ocurrió, sino que este año, precisamente uno de los funcionarios cuya extradición era solicitada por la justicia argentina, fue ascendido al grado de ministro".
Por este motivo, Fernández de Kirchner reiteró su pedido de "extradición" de "funcionarios sospechados" por la justicia argentina de estar vinculados en el atentado terrorista contra la AMIA en julio de 1994.