El detenido ex capitán de fragata Alfredo Astiz, que integró el aparato represivo de la última dictadura, ampliará "en su momento" su declaración indagatoria ante la Justicia, luego de la decisión del presidente Néstor Kirchner de relevar a acusados y testigos de la obligación de guardar el secreto de Estado, en el marco de las investigaciones por violaciones a los derechos humanos.
"Por una estrategia de la defensa, Astiz todavía no va a declarar, pero en su momento va a hablar. Eso es todo lo que podemos decir por ahora", sostuvo en diálogo con DyN el abogadoJuan Aberg Cobo, amigo personal del represor y titular del estudio jurídico que representa al ex marino.
Tras haberse negado a declarar durante décadas ante los tribunales civiles, Astiz formuló sorpresivamente su descargo ante el juez federal Sergio Torres, que el mes pasado lo indagó sobre el secuestro y desaparición de las religiosas francesas Leonie Duquet y Alice Domon.
En la audiencia, Astiz responsabilizó por la captura de las monjas a un agente de inteligencia francés al que identificó como Betrand De Parseval, y dijo ser ajeno a la desaparición de Duquet y Domon, dos religiosas que brindaban asistencia a familiares de desaparecidos y en 1977 fueron secuestradas por el aparato represivo.
"No me extraña que Francia me persiga", disparó Astiz, que en 1990 fue condenado en ausencia por un tribunal de París, aunque nunca purgó la pena de reclusión perpetua que se le impuso.
Frente al juez Torres, el ex marino dijo estar dispuesto a brindar detalles sobre las tareas de inteligencia que realizó en la dictadura del período 1976-83 pero explicó que, para eso, debía ser relevado de la obligación de preservar el secreto de Estado.
El 26 de enero el Presidente firmó el decreto 44/2007, publicado tres días después en el Boletín Oficial, mediante el cual dispuso relevar del deber de confidencialidad a "quienes integren o hayan integrado organismos de inteligencia, las Fuerzas Armadas, de Seguridad y policiales" a todo funcionario público citado por la Justicia, como acusado o testigo, en el marco de causas "por violaciones masivas a los derechos humanos".
En ese contexto, el detenido ex jefe de Operaciones Navales de la dictadura, Luis María Mendía, respaldó la versión de Astiz al ser indagado por el juez Torres y abonó las sospechas contra De Parseval, que espontáneamente se presentó en la embajada de Argentina en Tailandia para desmentir a los ex marinos.
De Parseval, según fuentes judiciales, contó que fue miembro de la ultraderechista Organización del Ejército Secreto (OAS) que actuó en la guerra de Argelia pero rechazó toda participación en el secuestro y desaparición de las monjas.
Mendía, en tanto, pidió al juez que cite a declarar a la ex presidente María Estela Martínez de Perón y a su par francés Valerie Giscard D'Estaing, entre otros.
Las fuentes aseguraron que Torres ya decidió ampliar la indagatoria a Mendía. Respecto de Astiz, los investigadores esperaban que la defensa pidiera una nueva audiencia, ya que el ex capitán había manifestado su disposición a responder preguntas cuando fuera relevado del secreto de Estado.
Sin embargo, "la audiencia no está todavía designada" y Astiz "ampliará en su momento" la declaración, indicó el abogado Aberg Cobo.
Las manifestaciones de los ex represores a la Justicia se produjeron en momentos en que la ex presidente Perón, que vive en España, es requerida por dos jueces argentinos en calidad de acusada, a raíz de su posible responsabilidad en la desaparición de personas, antes del golpe de 1976.
Fuente: DYN
