Alberto Fernández pisó el suelo argentino cuando faltan 11 días para las elecciones. Europa lo hizo alejarse de las peleas internas y sentir que la Argentina es escuchada y respetada por su “institucionalidad sostenida”. Pero el desafío con el que vuelve es demostrar que esta institucionalidad va más allá de un resultado electoral adverso como el que el Frente de Todos puede recibir el 14 de noviembre.
“No hay margen para que haya un escenario similar al de después de las PASO”, aseguran desde la comitiva oficial que viajó junto al Presidente. Y sobre lo que pueda pasar en el Frente de Todos ante una derrota el próximo 14 de noviembre detallaron: “El gabinete ya se acomodó. Las expresiones que no se sentían protagonistas ya tienen su espacio”. Descartan así que pueda volver a generarse una crisis interna con el kirchnerismo por cambios.
Las miradas apuntan a la economía. ¿Avanzará Cristina Kirchner sobre el equipo económico? La figura de Martín Guzmán siempre está en discusión dentro del kirchnerismo, pero los resultados de la gira europea le dan aire. “Todo lo que se consiguió es positivo. Nosotros peleamos para que los plazos para pagar la deuda se extiendan y fue uno de los puntos que con la firma del documento se puede empezar a discutir con el FMI de manera concreta”, dice un dirigente de este sector sobre el documento final del G-20 en el que se propone crear un Fondo de Resilencia que financie a largo plazo a países de ingresos medios.
Sobre cómo seguirá la el Frente de Todos después de las elecciones generales, un ministro explica: “Todos entendemos que el único camino es robustecerse y nuestro frente no tiene otra posibilidad: tiene que fortalecerse porque el 15 de noviembre debe continuar haciendo lo que se comprometió a hacer en 2019. Lo que Alberto se comprometió a hacer en cuatro años se va a tener que hacer en dos”.
Fernández llegó de Europa convencido de que la economía finalmente va a mostrar una recuperación que le permita dejar atrás la crisis interna. Además de la creación de un Fondo de Resilencia, el segundo logró que se trajo es la recomendación de que el organismo internacional revise y baje los sobrecargos. Esto significaría un ahorro de 900 mil millones de dólares a la Argentina. El tercero es lo que llaman “la inversión del siglo” por los 8.400 millones de dólares que invertirá la empresa australiana Fortescue para generar hidrógeno verde.
“Siempre se intentó mostrar a Alberto aislado, que solo se lo vincula a líderes con conflictos regionales”, dice un funcionario y asegura que estas giras sirven para demostrar que Argentina es un país que puede mostrar equilibrio con las principales potencias del mundo.
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Quién hizo el balance oficial de la gira fue el canciller, Santiago Cafiero. “Argentina se incorpora al mundo de manera inteligente abriendo oportunidades a su gente y no sometiéndose a la deuda. El nuestro es un país al que se lo escucha por eso se reflejaron sus reclamos en los documentos finales”, dijo el funcionario.
El análisis de la cumbre del G-20 ya lo había hecho el Presidente al asegurarle a PERFIL y los otros medios que viajaron a cubrir la gira que “Los objetivos que nos planteamos los logramos”.
