POLITICA
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Alerta naranja por el ranking caliente de las paritarias, la inflación y la división gremial

Los aumentos desbocados que llegarían a los tres dígitos anuales impactan en múltiples frentes. Por un lado, la pelea entre gremios por lograr la mayor suba salarial y también la conflictividad entre la CGT y otros gremios de izquierdas que le disputan la representación de asalariados, cada vez más pobres. La convocatoria del Día de la Lealtad dividió las aguas en tres frentes. Temor en el ámbito empresarial por la escalada hacia fin de año.

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Juntos. Los Moyano volvieron a fotografiarse juntos tras las negociaciones de los trabajadores de neumáticos, que conduce Crespo. | NA

Con Alejandro Crespo y su paritaria en el sindicato de neumáticos rebotando por todos lados, más una clase trabajadora con salarios deteriorados por una inflación que lejos está de ceder, los gremios comenzaron una carrera por ver quién obtiene una mejor negociación de remuneraciones. Sin ocultar las divergencias entre sus principales referentes, conscientes de la situación social pero sin una estrategia en común, algo que se verá reflejado el próximo 17 de octubre, con actos por separado.

Pablo Moyano, a cargo de Camioneros, fue uno de los primeros dirigentes que celebraron la postura de Crespo y dio a entender que los empresarios del sector deben dar respuestas ante demandas que están direccionadas en alcanzar un 131% de incremento salarial. Por el momento, no existe acuerdo y el triunviro de la CGT, ante la consulta de PERFIL, no descarta que lo sucedido entre el gremio del neumático y los ejecutivos se pueda replicar en un futuro no muy lejano, incluso. Sobre todo, considerando que la escalada de precios sigue en ascenso.

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“Dependerá de la negociación de cada gremio, nosotros sabemos lo que pasa, al igual que los empresarios, no queremos que nos den cualquier cosa”, avisó el representante sindical. En este marco, Sergio Palazzo, representante de La Bancaria, diputado nacional del Frente de Todos, que transita por una gran sintonía con el kirchnerismo, cerró su nueva paritaria en el 94,1% anual, luego del acuerdo en mayo pasado, que fue del 60% y celebrado por Cristina Kirchner. Jorge Sola, encargado de la comunicación de la principal central obrera, con su sindicato de Seguros también se destacó con su 109,75% de incremento para el período enero 2022-enero 2023.

Mientras que el Sindicato Único de Serenos de Buques (SUSB) no se quiso quedar atrás y con su revisión de lo pautado para 2022-2023 terminó con un aumento total del 94%. Son paritarias que van marcando el curso de lo que puede ocurrir, siempre y cuando el poder de fuego de cada colectivo sindical lo amerite.

De todos modos, bajo la óptica de uno de los cuadros jóvenes del sindicalismo que integra el consejo directivo de la central Azopardo, con este nivel de inflación las negociaciones salariales van a correr siempre “de atrás” y las peleas estarán concentradas en conseguir un empate técnico. Así se lo expresa a PERFIL por lo bajo, y agrega que lo sucedido con Crespo no logró un efecto dominó.

“Las dos partes en el conflicto tuvieron algo de razón pero también mucha intransigencia y por eso se dio una negociación muy trabada, con secretario general con una ideología particular, de izquierda. Pero en las demás paritarias va a primar el diálogo”, sostuvo.

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Otro dirigente que piensa que lo que pasó hace semanas en la cartera laboral entre el militante del PO y las compañías no va a influir en otras conversaciones sobre alzas de haberes es Sergio Sasia, secretario general de la poderosa Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), un espacio moyanista.

En una conversación con este medio, cree que el camino de toda discusión de remuneraciones debe estar determinado por el diálogo y consenso. Y coloca un ejemplo práctico, a mano: el suyo. “Mi sindicato, la Unión Ferroviaria, superó el 40% semestral en paritaria y que incluye una revisión en octubre y un adicional a cuenta a percibir en noviembre. No tuvimos que patear puertas, conversamos y nos pusimos de acuerdo”, enfatizó.

Esquivando el tema neumáticos, ya que no le interesa opinar de otros debates y cree que un caso específico “no es parámetro”, Sasia ensaya una “autocrítica”: “Estamos metidos en una pelea mediatizada por ver quién obtiene una mejor paritaria cuando en realidad tendríamos que pedir un piso de aumento desde la CGT, debiéramos  tener un acuerdo”, reflexionó el hombre que hoy no coincide con la chance de que el Gobierno otorgue una suma fija, como piden dirigentes encolumnados con el kirchnerismo, y considera que es necesario avanzar hacia la universalización de las asignaciones familiares. Un tema que lleva adelante una de las cabezas de Camioneros, el hijo de Hugo, y que incluso lo conversó con Alberto Fernández y Sergio Massa.

 

Todos (des)unidos marcharemos

Para el 17 de octubre, fecha fundacional para el Partido Justicialista, los gremios que componen la CGT marcharán divididos: por un lado estarán los denominados gordos, independientes y el barrionuevismo. Tres sectores que concentrarán fuerzas en la sede de Obras Sanitarias, lugar en el que congregará 5 mil dirigentes y, de paso, darán detalles de la Corriente Sindical Peronista, un espacio preparado para discutir candidaturas dentro del Frente de Todos.

Por otro, Pablo Moyano y gremios de su riñón darán el presente en Plaza de Mayo junto con las dos CTA y movimientos sociales. Será una ocasión propicia, advierten distintos referentes sindicales, para renovar reclamos ante una situación social crítica. Héctor Amichetti, titular de la Federación Gráfica Bonaerense (FGB) y adjunto de la Corriente Federal de Trabajadores (CFT), anticipó que el objetivo será pedir “la unidad sobre la base de la justicia social y la soberanía”.

El dirigente detalló que “la idea es confeccionar un documento conjunto, firmado por una gran cantidad de sectores y participar de forma masiva ese día en la marcha. Ese texto será leído y difundido públicamente el 17. Allí se analizará la realidad nacional y se ratificarán los reclamos históricos de estos espacios”.