"Hay tres bombas en el Congreso". La frase que dijo la diputada del PJ Federal Gracielas Camaño sacudió a la hiperpoblada reunión de Asuntos Constitucionales, en la que se tratan las denuncias de presiones y pago de coimas en la sesión de presupuesto de la semana pasada.
Elsa Álvarez, de la UCR de Santa Cruz, estaba por comenzar el relato de las presiones que sufrió el miércoles pasado, cuando Camaño la interrumpió: "Señores diputados quiero avisarles que llamaron a mi despacho para avisar que habían puesto tres bombas", dijo y preguntó si era necesario levantar la sesión.
Los diputados, con tranquilidad, se negaron a interrumpir el encuentro. "La bomba ya explotó", deslizó en voz baja una de las legisladoras y Álvarez continuó con su exposición, a pesar de las amenazas de bomba en el anexo del Congreso.