Analistas comparan a Cristina Kirchner con Hugo Chávez y creen que ambos están llegando al límite

"El autoristarismo en América Latina puede haber alcanzado su pico. La renuncia del reciente intento del gobierno argentino de imponer impuestos draconianos a su sector agrícola representa el último de los pasos atrás de los gobiernos en la región, tales como Bolivia y Venezuela, que utilizan conflictos de clase o de raza para justificar la privación de poder político o económico a la que someten a sus capas medias y altas", dice Susan Kaufman Purcell, directora del Centro de Estudios Hemisféricos de la Universidad de Miami.

La analista se pregunta si en el futuro de la región se viene un modelo de consenso político o si los gobernantes insistirán en su manera de actuar, haciendo a los países menos gobernables.

La ex vicepresenta del Council of the Americas relata lo que pasó en la Argentina con las contramarchas de los piqueteros afines al gobierno en el conflicto por las retenciones y dice que "esta clase de comportamiento ha sido tolerado durante la administración del Presidente Néstor Kirchner". Y recuerda que cuando Cristina Fernández fue electa comenzaron a aflorar los costos de lo actuado por su esposo.

Pone también los ejemplos de Bolivia y Venezuela, pero Argentina continúa siendo el eje de su análisis en la columna del Sun Sentinel de Miami y dice que la Argentina está en una posición más privilegiada porque sus habitantes tienen una mejor calidad de vida y son más educados.

Andres Oppenheimer, en una de sus habituales columnas del Miami Herald diagnosticaba algo parecido: corta vida al populismo latinoamericano y hace una lista de hechos como la proscripción de candidatos a alcalde por parte de Hugo Chávez.

Por otro lado, a mediados de agosto la revista brasileña Veja publicó un artículo en donde habla de cómo algunos gobernantes (aquí el eje es Hugo Chávez), no tienen en cuenta la voluntad del votante. Pero muestra casos en donde "los proyectos autoritarios de los presidentes populistas" como los llama, han tocado su límite. Y una vez más, Cristina Fernández de Kirchner y el conflicto con el campo están presentes.