Mediante una aparentemente ingenua decisión deportiva, Aníbal Fernández (53) demostró impensados lazos con los negocios de la tevé digital, que tanto impulso está dando el Gobierno K. El jefe de Gabinete anunció que será candidato a vicepresidente, en la lista Azul y Blanca, del Quilmes Atlético Club, equipo de fútbol que acaba de volver a Primera División.
Esa lista lleva a José Luis Meiszner (64), histórico dirigente del club que comandó al club hasta el 2007 y actual secretario general de la AFA, otra vez como candidato a la presidencia. Sin embargo, como vicepresidente segundo, aparece un ignoto empresario para el hincha “Cervecero”: Carlos Martinangeli (46), que lejos está de ser un desconocido para la Casa Rosada, lugar al que fue invitado más de una vez.
Además de integrar el círculo íntimo de Aníbal Fernández y de asesorarlo en cuestiones tecnológicas, el ejecutivo de la multinacional japonesa NEC fue uno de los principales lobbistas para lograr que el gobierno de Cristina Fernández adopte la norma japonesa en el proceso de digitalización de la televisión, que llevó adelante Canal 7 y que ya demandó una inversión de US$ 1.300 millones. Decisión con la que la empresa que representa se benefició. Y mucho.
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