Para el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, 2010 terminó mal y 2011 empezó aún peor. Ayer un decreto lo dejó sin uno de sus chiches preferidos, el programa "Fútbol para Todos", caja K que maneja 700 millones de pesos y tiene a su cargo todas las transmisiones del torneo de AFA. En lo sucesivo será el flamante secretario de Comunicación Pública, Juan Manuel Abal Medina, el que se encargará de manejar los negocios que ligan al gobierno kirchnerista con Julio Grondona, eterno dueño y señor de la pelota.
La decisión de CFK de darle la caja del fútbol a Abal Medina, que también ya tiene a su cargo la pauta publicitaria oficial -otro terreno en el que mandaba Aníbal Fernández- representa un nuevo golpe para el Jefe de Gabinete, que ha venido perdiendo margenes de poder en forma creciente. Los rumores de renuncia que rodean al hombre de Quilmes son cada vez más insistentes. Aníbal, habitualmente locuaz, mantuvo ayer un hermético silencio. NI siquiera en Twitter se refirió al nuevo recorte de poder sufrido, ni a las versiones sobre su posible salida del elenco gubernamental.
"El secretario de Comunicación Pública intervendrá en la ejecución del programa Fútbol para Todos [?] en toda acción de transmisión y explotación comercial de la televisación de los torneos correspondientes en las materias propias de la comunicación oficial", señaló el decreto oficial, citado por el diario La Nación en su edición de hoy. Con la nueva caja sumada a su control, Abal Medina manejará un presupuesto del orden de los 1.500 millones de pesos.
