Alfonso Severo, un testigo importante del caso Mariano Ferreyra, habló esta madrugada, después de estar secuestrado durante toda la jornada en que se tenía que presentar a declarar en el juicio por el crimen del joven militante del Partido Obrero.
Con los ojos llenos de lágrimas, Severo habló a la prensa al salir del hospital donde fue atendido luego de aparecer golpeado y maniatado en las calles de Gerli.
“Dijimos que iba a haber un muerto en ferrocarriles y lo hubo”, señaló al hablar antes las cámaras. "Este no fue un mensaje para mi, fue un mensaje para la Presidenta", dijo exaltado.
"Hace tres años que no nos da bola nadie", expresó y agradeció la atención que siempre recibió de la policía.
"¿Me querían muerto? Alguien tiene que hacer algo. Si me tengo que ir del país me voy, dejo de joder", dijo Severo.
"Tuvimos la mala suerte de que se nos murió Néstor Kirchner, porque Kirchner nos iba a ayudar a nosotros; ibamos a decir hasta dónde estaba todo enquistado", aseguró Severo sobre las patotas sindicales.
"Las bandas siguen actuando, los delincuentes siguen actuando y los políticos ponen la plata", denunció.
Además, aseguró que va a ir a declarar al juicio, "pase lo que pase".