La puntualidad y el correcto desarrollo de los comicios del domingo están en peligro. Es que, a menos de 24 horas del comienzo de las elecciones, aun faltan cubrir 7900 cargos de autoridades de mesa que quedaron vacantes debido al masivo rechazo de los telegramas de convocatoria.
Presionados por el tiempo, la Junta Nacional Electoral de la Capital Federal intenta desde ayer completar la nómina de presidentes de mesa mediante una apurada convocatoria a ciudadanos voluntarios y funcionarios judiciales profesionales.
Por su parte, la Casa Rosada centra sus esfuerzos en asegurar que los centros de cómputos funcionen a tiempo durante la jornada de mañana, para evitar el retraso de los resultados y una larga espera, según consignó el diario La Nación.
Propuesta rechazada. Con el objetivo de cubrir 5900 mesas de votación porteñas, la Junta Electoral envió 17.500 telegramas, de los cuales 15.000 fueron devueltos y 1300 personas se excusaron de cubrir el cargo ofrecido. Frente a la deserción, anteayer se enviaron otros 16.000 telegramas.
A los 1200 ciudadanos notificados que no se negaron a asistir, se sumaron ayer 450 voluntarios. La Justicia indicó además que confirmaron su presencia otros cientos de funcionarios y estarían cubiertos 3900 cargos para presidente de mesa, sobre un total mínimo de 11.800.
La forma de reemplazar a los convocados que rechazaron los telegramas, unos 15.000, abrió una fuerte discrepancia judicial. Por un lado, la Junta Nacional Electoral, que rige en Capital; por otro, la Cámara Nacional Electoral, que preside Rodolfo Munne y es la autoridad en todo el país.