El Gobierno argentino ve pocas chances de que Estados Unidos excluya a la Argentina entre las naciones castigadas con los nuevos aranceles al acero y al aluminio. "La situación es complicada", reconoció el secretario de Comercio, Miguel Braun.
El presidente Mauricio Macri había llamado la semana pasada a su par norteamericano Donald Trump para tratar de convencerlo de que exceptuara a la Argentina del arancel del 25% para las importaciones de acero, y del 10% para las de aluminio, que amagan con desatar una "guerra comercial" con la Unión Europea y China.
"La situación es complicada", reconoció el secretario de Comercio quien este lunes fue recibido por el embajador argentino en Washington, Fernando Oris de Roa, consignó la agencia Noticias Argentinas.
Así trascendió de fuentes cercanas a la negociación emprendida en Washington por Braun, en busca de esa posibilidad luego del llamado "en buenos términos" dado que "hay una muy buena relación" entre ambos mandatarios.
Braun mantendrá este martes un encuentro clave con el secretario de Comercio norteamericano, Wilbur Ross, para tratar de persuadirlo, pero la decisión final la tiene Trump.