En octubre de 2018, Jorge Fontevecchia entrevistó al consultor Jaime Durán Barba y al senador nacional Miguel Ángel Pichetto para analizar la política nacional y la coyuntura. Ahora, dicha entrevista adquiere una nueva perspectiva al anunciarse la noticia de que el hasta hoy titular del bloque del PJ en el Senado se convirtió en el compañero de fórmula de Mauricio Macri. A continuación, un segmento de la entrevista.
—Comencemos por lo que supongo que pueden ser algunas coincidencias. ¿Qué opinión tienen del papa Francisco?
DB: Ha tenido un gobierno desafortunado. Tenemos un seguimiento de la confianza institucional de todo, Iglesia, partidos, sindicatos, congresos, y los números de la Iglesia en México, Ecuador y la Argentina son los más bajos en la historia. Me parece una pena.
P: Es una figura de trascendencia, fundamentalmente, su apostolado está ligado a los más pobres. Tiene una visión muy clara. Está en deuda con la Argentina, habría sido importante que viniera, y su voz, proyectada hacia la unidad nacional, habría sido un aporte valioso.
—Y, ¿sobre la Iglesia Católica en general y en la Argentina?
P: Cuestiono mucho el silencio en algunos temas. Hace poco, publicaste en Noticias una nota muy importante sobre hechos muy graves que han ocurrido en la Iglesia argentina. Y el Episcopado, que tiene una vigorosa voz en lo social, en este tipo de temas ha carecido de autocrítica. Hechos como el del Próvolo de Mendoza necesitarían palabras de repudio. Es importante que a nivel institucional la Iglesia exprese un repudio a hombres que han cometido delitos de carácter aberrante. La veo más comprometida, siguiendo los mandatos del Papa, en un trabajo social, con mucha presencia en las villas.
Quién es Miguel Ángel Pichetto, el peronista de las mil caras
DB: Fui a escuela, colegio y universidad jesuita. Conozco muy por dentro la Iglesia. Me da pena que esté en una crisis tan complicada. Tendría que aggiornarse, por lo menos, desembarcar en el siglo XX, si no lo hace en el XXI. Hay una serie de cosas que vienen del Concilio de Letrán, siglo XIII, confirmadas por el Concilio de Trento, sobre la sexualidad, el matrimonio, etcétera, que creía la gente cuando suponía que la Tierra era plana.
La Iglesia tiene que aggiornarse porque, si no, seguirá perdiendo a muchos fieles y, desgraciadamente, lo que crece no necesariamente es el racionalismo. Parte del fenómeno de Brasil se explica por la enorme presencia de las Iglesias evangélicas: el 40% de la población de Brasil se dice evangélico, y, en parte, Bolsonaro se explica por la crisis de la Iglesia.
—Ambos estuvieron a favor de la despenalización del aborto. ¿Hicieron todo lo que estaba a su alcance para que se lograra aprobar la ley?
DB: Estoy más dedicado a pensar y escribir, pero no contacto con personas, no hago política. Debo confesar que no hice nada.
P: En el Senado expresé desde el primer minuto una voz muy clara. La interrupción voluntaria del embarazo, la decisión de la mujer sobre su cuerpo, los derechos que tienen que ver fundamentalmente con la salud pública, la no penalización tanto del médico como de la mujer son temas que se van a tratar en el corto plazo en el Congreso. El triunfo del no es pírrico. Dejó abierto todo este debate. Coincido en que la posición de la Iglesia atrasa en este tema. La Iglesia tiene que comprender el mundo en el que vive, que es el siglo de la mujer. Imparable. Pasa más por el reconocimiento que por los derechos, y el reconocimiento significa ponerse más en el lugar del otro, no solo reconocer el derecho.
JDI