POLITICA

Argentina no compra armamento desde hace 15 años

Mientras la región da muestras de una creciente carrera armamentista, el país dedica menos del 1% del PBI al gasto militar.

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| Cedoc

A pesar de que la región da muestras de un creciente armamentismo, la Argentina no compra armamentos desde hace 15 años, cuando reemplazó aviones perdidos en la Guerra de Malvinas. En la actualidad dedica menos del 1% del Producto Bruto Interno al gasto militar.

Ayer, Brasil anunció que gastará 14 mil millones de dólares en la compra de armamento nuclear a Francia, en lo que supone el mayor pacto militar de los últimos 50 años. El acuerdo se suma a los aprovisionamientos de armamento que se aceleraron durante los últimos años en América latina, y que tuvieron como principales protagonistas a Brasil, Colombia, Venezuela y Chile. Argentina, en cambio, se mantuvo fuera de la carrera.

Según supo DyN de fuentes del Estado Mayor Conjunto, la última compra nacional fue de 36 aviones cazabombarderos a los Estados Unidos, en noviembre de 1994, con el objetivo de reemplazar una cantidad similar perdida ante los británicos. Desde ese momento, la Argentina sólo emplea sus recursos del área de Defensa para el mantenimiento de sus pertrechos. En ese marco, en noviembre de 2008, la Armada realizó el lanzamiento de un misil Áspide, que fue repotenciado por el Centro de Investigaciones Científicas y Técnicas para la Defensa (CITEFA).

Los antecedentes de compras de armamento, en cambio, se remontan en el tiempo. En 1994, cuando Oscar Camilión era el ministro de Defensa, que la Argentina le compró a los Estados Unidos 36 aviones (32 monoplazas A-4M y 4 biplazas OA-4M), empleados en la guerra de Vietnam, a un costo de 284 millones de dólares, los que luego fueron modernizados por la empresa Lockheed-Martin.

La página web de la Fuerza Aérea indica que la operación apuntó a suplir los 35 aviones perdidos (con 36 pilotos fallecidos) en la Guerra de Malvinas de 1982, con lo cual no se incrementó el patrimonio bélico, sino que se suplieron las pérdidas. Incluso, en noviembre de 2005, se denunció que de esos 36 aviones, alojados en la base de Villa Reynolds, de San Luis, sólo estaban operables "entre siete y diez". La compra de aviones se vio impulsada, en aquel entonces, por el carácter de aliada extra OTAN de la Argentina y su alineamiento con los Estados Unidos.

El presente de la región exhibe un aceleramiento de las compras de armamentos, a un ritmo que comenzó a generar inquietud en el ámbito político sudamericano. El Instituto de Estudios para la Paz de Estocolmo estimó que la inversión militar sudamericana fue de 34.100 millones de dólares en 2008.

En ese contexto, Brasil recibió anoche la visita del presidente francés, Nicolás Sarkozy, para concretar la compra de cinco submarinos, uno de ellos con capacidad nuclear, 36 aviones "cazas" y 51 helicópteros, para la cual gastará 14 mil millones de dólares. Venezuela, con la gestión de Hugo Chávez, cerró recientemente compras a Rusia y China, de 24 aviones cazas "multifuncionales", 38 helicópteros y 100 mil fusiles de asalto AK-103, los clásicos "Kalashnikov". Su vecino, Colombia, contrarrestó esta ofensiva con la fuerte ayuda militar de los Estados Unidos. Chile y Perú, que mantienen una disputa limítrofe sobre el Océano Pacífico, incrementaron en los últimos años los presupuestos destinados a la adquisición de armamento.

Argentina abandonó en los '90 a Chile y Brasil como hipótesis de conflicto. Consecuentemente y de la mano de sus problemas económicos, dejó de priorizar la modernización de armamento y en la actualidad dedica menos del 1% del Producto Bruto Interno al gasto militar.

Fuentes del Estado Mayor Conjunto consultadas por DyN evitaron pronunciarse sobre el desfasaje entre los gastos de los países vecinos y la Argentina: "Las Fuerzas Armadas estamos en el nivel de ejecución, ya no hacemos planteos de abajo hacia arriba", se advirtió. También se calificó como "información reservada" la cantidad de aviones efectivamente operables, del contingente adquirido a los Estados Unidos en 1994, y sólo se indicó que se cuenta con una "versión actualizada" de los mismos, que fueron empleados por los Estados Unidos en la guerra perdida en Vietnam. "Sólo el fuselaje es el mismo" del que llegó de ese país, ya que se modificó "el motor, el sistema de tiro y el de navegación", se puntualizó.

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Fuente: DyN