Argentinos en el exterior tendrían diputados propios

Los argentinos residentes en el exterior -se calcula que hay alrededor de un millón- pueden votar en las elecciones nacionales, pero hasta ahora no tienen representantes propios. El oficialismo impulsa la creación de una "Provincia 25" con sus respectivos legisladores, para que los exiliados tengan representantes en el Congreso, como ocurre en países como Italia.

El proyecto propone crear cinco diputados, que se sumarán a las 257 bancas actuales de la Cámara Baja, para representar a los argentinos residentes en el exterior: tres de ellos por América y otros dos por el resto del mundo, según el diario Ámbito Financiero. La cifra de surge del decreto-ley firmado en 1983, que dispone que ninguna provincia tenga menos de cinco diputados. La norma es impulsada por Agustín Rossi, Ariel Pasini y Patricia Vaca Narvaja, y otros legisladores del Frente Para la Victoria (FPV).

Se estima que alrededor de un millón de argentinos viven en el exterior, aunque hay un gran déficit estadístico sobre el tema. El registro consular de Cancillería, por ejemplo, calcula que son 1,5 millones, pero no computa a quienes volvieron. Las ciufras no son más precisas en Migraciones, donde faltan los nacimientos, muertes, y mudanzas de un país al otro en el exterior, según el matutino.

Sin embargo, la cantidad de exiliados que se acercan a votar en las elecciones es ínfima: En 2007 sólo se inscribieron 42.381 personas (es obligatorio hacer ese trámite para poder sufragar), menos del 5% de los que -se presume- viven en el exterior. Dentro de ese grupo, asistieron a votar el día de la elección apenas 8.097 personas, lo que representa un 19% del registro y menos del 1% de los radicados en el exterior, informó Ámbito.

Esto se debe a que, en muchos casos, los votantes deben trasladarse hasta la capital del país en el que viven sólo para votar. Por eso, desde el programa Provincia 25, dependiente del Ministerio del Interior, impulsan una reforma a la ley 24.007 para facilitar el sufragio, como permitir abrir mesas en las embajadas y consulados, o enviar las boletas por fax.