“Con este equipo no llegamos a 2015”, se sinceró una fuente de la Casa Rosada. En los pasillos de la sede gubernamental se especula con que en el último trimestre de este año habrá cambios en el gabinete de Cristina Kirchner. Aunque todavía no está claro cuál será el rumbo, hay varios nombres y teorías en danza.
La primera de ellas es que se realizará un “blanqueo” de los que hoy manejan ministerios, pero no son ministros. Uno de esos casos es el de Justicia, donde el secretario Julián Alvarez –segundo al mando detrás de Julio Alak– se muestra como el eventual conductor de la cartera. Es lo que sucedió cuando el ministro de Economía era Hernán Lorenzino y el que en rigor manejaba la cartera era el viceministro Axel Kicillof, luego ascendido. Mover a Juan Carlos Fábrega del Banco Central y colocar allí a un hombre de Kicillof con el aval de Miguel Pesce. La traba con Fábrega es que tiene acuerdo del Congreso para estar en el cargo hasta 2016.
Otra que está en la mira de los cambios es la titular de Industria, Débora Giorgi. El sector atraviesa un mal momento. En Industria tiene gran influencia Kicillof. De hecho, el ministro de Economía maneja de facto varias áreas en las que podría haber cambios, como por ejemplo la Cancillería. Allí el titular es Héctor Timerman, pero con la salida de Augusto Costa, que desembocó en Economía para reemplazar a Guillermo Moreno, dicen que el hombre fuerte es Carlos Alberto Bianco, quien ocupó su lugar en la Secretaría de Relaciones Económicas Internacionales. Timerman está fuertemente cuestionado por sus traspiés diplomáticos, incluyendo el memorándum con Irán y el secuestro de un avión a EE.UU.. En la negociación con los fondos buitre ni siquiera apareció.
Una eventual salida del jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, pondría con chances al ministro Kicillof que hoy tiene el poder real en el Gobierno. Hay funcionarios que abonan la teoría de que a Axel no le conviene abandonar a Hacienda porque desde allí controla el presupuesto de los ministerios, negocia con los empresarios, con los sindicatos y es el hombre más escuchado por la Presidenta. Pero otros sostienen que podría mantener ese poder real como jefe de Gabinete, dejando al mando del Palacio de Hacienda a alguno de sus hombres. Un gabinete de “puros” con Kicillof concentrando el poder es con lo que se ilusionan los que están en las segundas líneas.
Mientras tanto, el gabinete se mueve también al ritmo del reloj electoral. Y se refuerzan alineamientos, como Florencio Randazzo y Diego Bossio, director de la ANSES, que se mostrarán otra vez juntos en Tigre el martes.
De Vido, internado
El ministro de Planificación, Julio de Vido, fue internado el viernes otra vez para hacerse estudios en el Sanatorio Otamendi. El titular de la cartera había sido internado el martes 29 por una hemorragia digestiva durante menos de un día, aunque como su evolución fue favorable y el sangrado se controló, De Vido se fue a su casa para su recuperación. Ayer, fuentes cercanas al ministro reconocieron que el viernes De Vido fue otra vez internado, esta vez para hacerse estudios que descartaran cualquier inconveniente luego de la hemorragia intestinal, pero aclararon que no fue más que un chequeo y que luego el titular de la cartera se fue a su casa.