POLITICA
cae la demanda

Asado en crisis: los precios de la carne en algunas carnicerías subieron hasta 60%

Los cortes vacunos son prohibitivos para muchas familias, aun los más económicos ya que registraron aumentos desde 40% y hay mucha dispersión según las zonas. Los productores le dijeron a PERFIL que podría producirse un nuevo salto en octubre o noviembre por la caída en la oferta. El techo se lo pone la baja en la demanda. Todos los alimentos se encarecieron 15,6% el mes pasado de acuerdo a los datos oficiales, por encima de la media mensual del 12,4%

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Mostrador. El consumo bajó por pérdida del poder adquisitivo, pero podría haber nuevos incrementos. | AFP

La carne fue el producto que más incidencia tuvo en la inflación de los alimentos en agosto. Subió en promedio un 25,6% durante ese mes, según los datos oficiales. Representantes del sector advirtieron a PERFIL que, si bien la recomposición aún no se nota del todo en las carnicerías, los precios bajaron entre un 20% y un 30% después de la suba posdevaluatoria. Sin embargo, advirtieron también, la oferta va a escasear entre octubre y noviembre, con lo cual la carne vacuna podría dar un nuevo salto durante esos meses.

“El bolsillo de los consumidores no aguantó la recomposición de agosto”, señaló a PERFIL Sergio Pedace, vicepresidente de la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores (Camya). “Además el Gobierno presionó a los exportadores y puso más carne barata en la calle para frenar estos aumentos hasta después de las elecciones”, agregó.

El Ministerio de Economía instrumentó distintas herramientas para mantener los valores de la carne, entre ellas la devolución del 10% para compras con tarjetas de débito en estos productos, que rige hasta el 31 de diciembre; y los precios fijos de siete cortes que se renuevan los 15 de cada mes. Por otro lado, la devolución del IVA en las compras que comenzó a aplicarse esta semana también incluye a la carne vacuna.

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Sin embargo, de acuerdo con los últimos datos del Indec, los cortes más populares como paleta, cuadril, nalga y la carne picada sufrieron aumentos cercanos al 40%. Dependiendo la región del país, y según estudios privados como el de la Fundación Mediterránea, el producto aumentó hasta un 60% el mes pasado.

La dispersión se debe, explicó Pedace, a que después de la devaluación los comercios que tenían stock suficiente esperaron a que los precios bajaran y no tuvieron que subir tanto, en cambio, “hubo casos de carnicerías que pagaron muy caro porque no tenían carne” y tuvieron que reponer. Lo mismo sucede ahora con la baja de los precios: a pesar de experimentar un reajuste de entre el 20 y el 30%, este valor menor todavía no se ve reflejado del todo en las góndolas.

El reacomodamiento en los valores de venta también estuvo condicionado por la demanda. “El consumidor no convalidó el precio que había subido hace un par de semanas, entonces las ventas se pararon absolutamente y esto hizo que en el mercado de Liniers los precios retrocedieran”, explicó a este medio Miguel Schiariti, presidente de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (Ciccra).

El titular de Ciccra afirmó que esta falta de convalidación y la oferta van a mantener los precios por un tiempo, pero eso puede cambiar dependiendo de las condiciones climáticas. “Si llueve, los animales no van a estar más en el corral, van a ir al campo, y cuando vayan al campo va a disminuir la oferta”. En este contexto, argumentó, “el aumento de precios previsto en octubre sigue teniendo vigencia”.

Por ahora, agregó Schiariti, los precios se frenaron “producto de la sequía, que sigue obligando a los productores a enviar al mercado los animales que están engordando a corral”. Pero las consecuencias también se sentirán el año que viene: “Calculamos que vamos a tener entre 1 millón y 1 millón 300 mil terneros menos” y “tampoco sabemos cuántas vacas murieron producto de esta situación”.

Además del clima, según Schiariti, la situación que lleva a los productores a tener que aumentar los precios menos de lo que deberían es “la maquinita de hacer billetes, que es lo que genera semejante inflación y le impide a la gente comprar los productos”.

En el mismo sentido, Pedace detalló que la modificación de precios también va a estar supeditada a los niveles de exportación: “Todo depende de lo que hagan los exportadores. El techo lo ponen los exportadores, el piso lo pone el consumo”.

En lo que respecta al comercio exterior, los productores del sector porcino están preocupados por la liberación de permisos de importación anunciado para las pymes.

“Muchas importadoras son pymes, entonces existe la posibilidad de que por la diferencia de precios que tenemos con países como Brasil, en donde la carne de cerdo está regalada, se abarrote el mercado y se perjudique al productor”, aseguró a PERFIL Juan Ucelli, consultor de ese sector.

“Ya hubo casos a fines de los 90 donde el 60% de lo que consumíamos venía de Brasil y destruyeron a 6 mil productores. Ese es el peor escenario”, advirtió.

“La carne de cerdo tiene una diferencia de precios de entre el 40 y el 50% con la carne vacuna, algo que la hace muy competitiva”, agregó Ucelli. “Pero la gente no tiene plata ni para comprar eso”, sintetizó.