Las elecciones provinciales y municipales que ya tuvieron lugar en Argentina en 2023 dejaron, en muchos casos, una preocupación por la baja concurrencia de la ciudadanía a votar y por la posibilidad de que eso se repita en las elecciones primarias del próximo 13 de agosto.
Tal es el caso reciente de Córdoba, que en las elecciones municipales a intendente de la capital obtuvo la más baja participación histórica desde 1983 a la fecha. Con apenas un 60,26%, en las elecciones a jefe comunal de Córdoba –donde Rodrigo De Loredo y Daniel Passaerini se disputaron para el cargo– de 1.133.316 electores habilitados concurrieron a votar apenas 680.644, de acuerdo a los datos oficiales.
El porcentaje más bajo histórico en este tipo de comicios había sido del 70,45%, que tuvo lugar en el año 2007; mientras que el más alto fue en 1983 con el 88%. Passerini se consagró con el 47%, que equivalen a 312 mil votos.
En tanto, en las últimas elecciones a gobernador provincial en las que ganó Martín Llaryora, en Córdoba la participación fue del 68%, un 4% menor a los comicios anteriores. Además, en la capital provincial, en 25 de junio pasado concurrieron a las urnas 766 mil personas, lo que implica que para esta elección a intendente, la cantidad de votantes se redujo en más de 85 mil personas.
Córdoba es el caso más reciente y el que más alarmas encendió, pero no el único: la participación por debajo del 70 porciento también se registró en los comicios que se llevaron a cabo en Río Negro y Salta; y la baja en la participación provincial en comparación con otros años también se vio en algunas provincias.
El 16 de abril pasado, la participación provincial en Río Negro para la elección a gobernador fue del 68%, 5 puntos porcentuales por debajo de la última elección en el año 2019.
En Salta la participación tampoco superó el 70% y fue del 69,5%. En las últimas elecciones de 2019 había superado el 70,2%. En La Rioja fue del 70,1%, un 10% menor a la marca obtenida en 2019 que llegó al 80%.
La concurrencia más alta de votantes se vio hasta ahora en provincias como San Juan, con más del 75%, San Luis con 76%, seguida por Jujuy y Formosa con el 74%.
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Participación electoral: cómo fueron los números desde 1983 en las elecciones nacionales
A nivel nacional, desde el retorno de la Democracia en 1983, la participación siempre estuvo por encima del 70 por ciento, con excepción de las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias de 2021, que se dieron en el contexto de la pandemia de COVID-19. En esa ocasión, con una participación cercana al 68% del padrón electoral, se registró la participación más baja de la historia democrática desde 1983.
Según el relevamiento de datos históricos oficiales, las cifras más altas de participación se registraron en las elecciones de 1983 y 1989 –en las que fueron electos Raúl Alfonsín y Carlos Ménem, respectivamente– donde se superó con más del 85% la concurrencia.
Si bien en las elecciones siguientes de la década de 1990 los porcentajes bajaron, pero la participación se mantuvo en un 82%, siempre por encima del 80 por ciento.
Luego de la crisis económica, política y social de fines de los noventa y principios del 2000, el porcentaje de la ciudadanía que ejerció su derecho al voto se mantuvo por debajo del 80% hasta el año 2015.
En las elecciones presidenciales del año 2019, la participación en las PASO estuvo en un 76.40%, en tanto que en las generales el porcentaje superó el 80%. “Esta tendencia en donde en las elecciones generales hay mayor concurrencia a las urnas que en las PASO se repite desde que se implementaron por primera vez las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias”, dice la información oficial del Ministerio del Interior.
El nivel más bajo de participación se obtuvo justamente en las PASO de 2021, en las que la participación fue de un 67,78%, mientras que en las elecciones generales el porcentaje de participación se elevó a un 71,39%.
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