Avanza análisis de ADN compulsivo

La Procuración General de la Nación, Esteban Righi, insistió en avalar un análisis compulsivo de sangre para un joven mayor de edad que podría ser hijo de desaparecidos y que se niega a someterse a un análisis de ADN para determinar su posible origen.

La Corte Suprema de Justicia ya había rechazado en el 2000 un pedido en un caso similar, el de Evelyn Vázquez, pero -más allá de la jurisprudencia- el máximo tribunal, con otra integración, deberá analizar si la extracción de sangre compulsiva es admisible frente a la gravedad de delitos de lesa humanidad.

Es posible que esta Corte "decidiera replantear la discusión acerca de la legitimidad de la medida de prueba oportunamente dispuesta", sugirió Righi en el dictamen, según informó la agencia de noticias Dyn.

Advirtió que el Estado debe aún dar respuestas a los familiares de los desaparecidos que siguen " siendo víctimas de un delito actual". Y remarcó que "la extracción de sangre para comprobar el vínculo entre las víctimas directas y los familiares no es sólo un medio para la persecución penal, sino también el ejercicio de la potestad estatal de llevar a cabo actos que prima facie sean idóneos para hacer cesar la ejecución de delitos".

Se trata de un joven de 28 años que fue obligado a extraerse sangre en el Hospital Durand por la Justicia en el marco de una causa que se sigue contra el matrimonio que lo crió, para saber si fueron sus apropiadores.

El joven se resistió a hacerse el estudio por entender que eso podría constituir una prueba directa incriminatoria contra los que cree sus padres, pero Righi sostuvo que "la medida de extracción de sangre del cuerpo" del joven "no sólo es entonces necesaria para determinar su identidad biológica, sino que resulta también una prueba imprescindible para establecer si nos encontramos ante un hecho de desaparición forzada de personas".