POLITICA

Báez reconoció que el testigo trabaja para él

El empresario K había negado conocer a quien habría tomado las fotos, pero se rectificó.

Sergio Manuel Triviño, empleado de Lázaro Báez.
| Cedoc

Por segunda vez en pocas horas, el empresario imputado Lázaro Báez abrió las puertas de su chacra en Río Gallegos al tiempo que se rectificó al confirmar que sí conocía al testigo que tomó las fotografías de la bóveda de su vivienda.

Según consignó Clarín, entre las nuevas declaraciones a la prensa, Báez tuvo que retractarse de una afirmación que realizó en la primera recorrida de su vivienda. Había afirmado no conocer a Sergio Manuel Triviño quien habría proporcionado las fotografías aportadas por la diputada Elisa Carrió para la denuncia.

Triviño es quien aportó fotos del supuesto desmantelamiento de la bóveda de Lázaro Báez, en Río Gallegos. En esa bóveda, según la denuncia que hizo Jorge Lanata en el programa "Periodismo Para Todos", se guardaba dinero "negro" que provenía de negocios con Néstor Kirchner.

En la noche de este miércoles, sin embargo, admitió conocerlo "anoche no lo recordaba entre tantos empleados que tiene Austral, pero revisando la nómina de empleados recordé quién es", de esta manera admitió que Triviño es empleado suyo y garantizó que seguirá prestando servicio para la constructora, "si no procedió de mala fe" fue lo único que agregó Báez y consideró que era una exageración pedir el resguardo de Triviño "acá nos conocemos todos, es demasiado eso".

Reiteró asimismo, que sus abogados no descartan ir a la Justicia con nuevas demandas antes las imágenes difundidas en Telenoche y principalmente contra la denunciante, Elisa Carrió.

"La Justicia tiene que hacer su trabajo y que tenga la libertad de pedir lo que tenga que pedir. Lo mejor que nos puede pasar es eso. Confío en la Justicia, pero es lenta, ya que hace treinta días se tenía que presentar la grabaciones en crudo de esa supuesta cámara oculta y hasta ahora no se pueden obtener", afirmó Báez sobre las declaraciones del financista Leonardo Fariña.

Báez mostró cinco galpones, y sumó también la vivienda familiar que tiene en el centro de la ciudad, donde insistió en que nunca tuvo bóvedas y que no realizó reformas en la cava, ya que "siempre estuvo así".