Mientras Lázaro Báez se prepara para su primera declaración indagatoria el jueves, la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) pidió que los Estados Unidos y Suiza le informen sobre las cuentas bancarias de Austral Construcciones, la nave insignia del empresario K. Así lo confirmaron fuentes de la causa a PERFIL.
El fisco pidió los informes a través de su sistema de intercambio de información tributaria y en el marco de dos auditorías sobre la empresa de Báez que todavía están en curso y que abarcan los períodos 2010-2012.
Esos resultados serán clave en dos causas: la del juez Casanello y la de su par Javier López Biscayart, del fuero penal tributario. El primero lo indagará esta semana por la compra de un campo en Mendoza que podría encuadrar en una maniobra de lavado de dinero, pero continúa investigándolo por una operatoria superior: Báez está involucrado en el uso de facturación apócrifa para evadir impuestos y pagar supuestos sobornos, como revelaron PERFIL y La Nación. Esa maniobra podría implicar un caso de lavado mucho más grande.
López Biscayart investiga otra supuesta maniobra de lavado o evasión de Báez y los hoteles de la Presidenta. Esperó el resultado de la auditoría de la AFIP para tomar una decisión.
La AFIP demora todavía una definición sobre ambos casos. Mientras tanto, el organismo que lidera Ricardo Echegaray intenta no convertirse en el centro del escándalo, luego de ser denunciado por la diputada Margarita Stolbizer por el manejo del caso de las facturas truchas en Bahía Blanca.
PERFIL accedió a un escrito en el que la AFIP defendió su accionar en la investigación sobre dos proveedores de Báez: Grupo Penta y Calvento. La diputada pidió al juez Casanello que investigue si el fisco intenta proteger al empresario K en el caso de las facturas falsas.
Entre las pruebas, hay elementos contables sobre la supuesta maniobra de Austral Construcciones y estas empresas, que PERFIL reveló el año pasado. Esos documentos incluyen facturas, cheques, certificados, balances y declaraciones juradas que revelan cómo operó Austral Construcciones junto al Grupo Penta y Calvento.
En el escrito, firmado por Juan Fridenberg –director de la Dirección Regional Bahía Blanca–, la AFIP intenta separarse de Báez y sostiene que los inspectores concluyeron, sobre el Grupo Penta, que “no se puede determinar efectivamente que se trate de una usina de facturas apócrifas. Sin embargo tampoco puede demostrar una capacidad económica como para efectuar el nivel de actividad declarado. Es decir que se trataría de un contribuyente con parte de actividad real y otra parte que no podría justificar”.
Con respecto a la firma Calvento “el encuadre en lo que en la jerga se denomina usina de facturas apócrifas resultó indubitable”, aseguraron los funcionarios inspectores. Es decir que Báez “pagó” facturas posiblemente falsas, en el caso de Penta, y estrictamente falsas, en el caso de Calvento.
Pero hay más, a Constructora Patagónica la AFIP le impugnó facturas de ambas empresas, Penta y Calvento. Pero todavía no se sabe si se las impugnó a Báez. Esa información sobre Austral Construcciones quedó en un anexo reservado. Sin embargo, este diario pudo saber que el fisco envió dos pedidos de informe hacia los Estados Unidos y Suiza. Esa información podría llegar a la Justicia mucho antes –o con mejores chances– que la contestación de los exhortos del juzgado, que suelen demorarse durante largos meses.