Después de que 17 cadetes de la Escuela de la Policía Federal Ramón Falcón fueran internados en el Hospital Churruca, tras ser sometidos a exigentes trabajos físicos por dos oficiales de la fuerza (ver nota vinculada), el ministro del Interior, Aníbal Fernández, visitó esta tarde a las víctimas y prometió que los responsables del hecho serán "separados de la fuerza" cualquiera sea su rango.
Tras el anuncio del pase a disponibilidad, Fernández manifestó que se investigará “la cadena de mando” por si existió algún superior que supiera de este tipo de tratos y prometió que ese tipo de episodios no ocurrirán "nunca más".
“Si hubo superiores conocedores de esta situación tendrán las mismas represalias que los dos oficiales separados, se van a su casa”, señaló el ministro, quien añadió que “no importan si son los mejores policías del mundo”, si son responsables “se van de la fuerza”.
A su vez, Fernández resaltó la importancia de que los cadetes denuncien todo lo que saben, “con lujo de detalles” para que “no vuelva a suceder”, mientras que manifestó la necesidad de “juntar un mínimo de datos para justificar que lo que estamos haciendo tenga seriedad”.
“Necesitamos policías que tengan la cabeza bien abierta”, sostuvo el funcionario y agregó que el Gobierno busca una “policía profesional”, para que “las próximas generaciones sepan que van a tener una buena preparación tanto intelectual como física”.