Roberto Baratta ya vive como un recluso. Alojado en el módulo 3 de la cárcel de Marcos Paz, se convirtió en uno más de los ex funcionarios kirchneristas que recorre los pasillos penitenciarios bajo el programa INIC, un sistema especial de prevención del Servicio Penitenciario Federal para aquellos reos que fueron funcionarios o tiene dinero y posibilidad de corromper a sus custodios.
“Baratta está entero, sabe perfectamente lo que está enfrentando pero confía en dar pelea”, dijeron a PERFIL allegados al ex subsecretario de Coordinación y Control de Gestión del Ministerio de Planificación durante los años del kirchnerismo. Su defensa presentará el lunes la apelación al procesamiento, la prisión preventiva y el millonario embargo que dictó el jueves el juez Claudio Bonadio, en el marco de la causa que investiga el desvío de casi US$ 7 millones en la compra de gas natural licuado entre 2008 y 2015.
Apenas se firmó el fallo, Baratta fue arrestado en la puerta de su casa en el barrio de Belgrano cuando llegaba allí para despedirse de sus hijos. Fue llevado a una seccional de la Policía de la Ciudad de la comuna 12, donde vio a su esposa. Junto a ella, estaba Alessandra “Lali” Minnicelli, la mujer de Julio De Vido. Precisamente, Baratta estará en prisión junto al hermano de Lali: Claudio “Mono” Minnicelli, preso por la mafia de los contenedores, aunque aún no se sabe si cruzarán caminos. En Marcos Paz también cumplen prisión el sindicalista Omar “Caballo” Suárez (asociación ilícita) y el contador de la familia Kirchner Víctor Manzanares (causa Los Sauces).
El resto de los llamados detenidos K se encuentra en Ezeiza. Tras su breve paso por los tribunales de Comodoro Py 2002, donde lo notificaron de su procesamiento, Baratta ingresó al penal, lo sometieron a una revisación médica y lo destinaron a su celda. Allí se alojará solo, aunque durante el día podrá permanecer con otros internos en un salón donde hay televisión y juegos de mesa. El domingo, si tiene consigo el DNI, podrá votar en las elecciones en las urnas habilitadas en el penal.
Su jefe, el diputado Julio De Vido, espera su suerte la semana próxima. Corrieron rumores de que renunciaría a sus fueros, “pero por el momento no”, dijeron a este diario fuentes cercanas al ex ministro. En el Congreso habrá audiencias martes y miércoles, y el oficialismo dice tener los números para expulsarlo. La ministra Patricia Bullrich está en alerta para ejecutar la detención.
