La papelera finlandesa Botnia estimó hoy que comenzará a operar “a pleno” su planta de Fray Bentos durante noviembre próximo, una vez que el gobierno de Uruguay le otorgue el permiso final, que está pendiente. Por su parte, el ministro de Medio Ambiente uruguayo, Mariano Arana, reafirmó ayer la posibilidad que los técnicos concluyan la inspección antes de esa fecha, y los trabajadores de la empresa consideran que eso ya es un hecho.
El delegado gremial de los trabajadores de Botnia, Fernando Paredes, en charla con Perfil.com informó que "la planta está pronta para mediados de noviembre y sin ninguna duda podría operar para entonces, sólo resta la autorización del Estado uruguayo. Con todo, nosotros especulamos con que sea así y se de la autorización para esa fecha y que empecemos a trabajar a fin de ese mes".
Una fuente de la Dirección Nacional de Mediambiente del Uruguay (DINAMA), señaló a Perfil.com que "ya se ha recibido en esta dependencia toda la documentación requerida a Botnia, y resta cumplimentar el proceso de análisis de parte de los especialistas para que se otorgue la autorización, o no, de producción". "Eso va a lelvar un tiempo", se indicó, sin precisiones.
Distintas fuentes de la compañía, por su parte, revelaron que “la empresa espera que el permiso se dé cuanto antes”, pero agregaron que “internamente, al evaluar la coyuntura, se llegó a la conclusión de que el funcionamiento pleno de la planta recién podrá ser en noviembre”. Uno de los voceros señaló que “en el lapso que quede por delante antes de la autorización final, la empresa deberá explicarle a sus accionistas las particularidades que rodean al emprendimiento”.
“Debemos justificar por qué no hemos podido poner en funcionamiento la planta antes de septiembre y por qué se demora la aprobación por la seriedad de la empresa y la seriedad de los accionistas”, apuntó la fuente. Otra de las fuentes, que tiene un rol muy activo en la pastera de Fray Bentos explicó que “una vez que se produzca la autorización pendiente, la puesta en producción no será automática”.
“No es como que recibimos la autorización, se baja una palanca y se comienza a producir, no; a partir del visto bueno, pasarán unos días, quizás una semana para que el mecanismo permita el funcionamiento”, subrayó. Desde otro ángulo, el directivo consultado remarcó que “la compañía se mantiene absolutamente al margen de las cuestiones políticas”, en alusión a la sucesión de declaraciones de funcionarios y versiones periodísticas sobre el tema. "En Botnia sólo esperamos la autorización que falta del gobierno uruguayo y en hacer las cosas bien para cumplir con el compromiso firmado”, indicó.
Por su parte, el ministro de Medio Ambiente de Uruguay, Mariano Arana, informó hoy que la habilitación para que la planta pueda comenzar a operar “quedó a estudio de los técnicos” de su cartera y dijo que la conclusión “no demandará mucho tiempo, pero es imposible determinarlo con exactitud”. El ministro precisó que los técnicos trabajarán sobre "el modelo de dispersión de emisiones en el aire, un seguro ambiental y pequeños aspectos de infraestructura", básicamente, para poder otorgar "la autorización ambiental de operación" que está pendiente.
Arana aseguró que unas declaraciones periodísticas que formuló ayer en Montevideo "fueron sobredimensionadas", al haber sido interpretadas como que el gobierno de Uruguay otorgaría el permiso aludido "en menos de un mes". La papelera Botnia se montó en la localidad de Fray Bentos con la autorización unilateral de Uruguay, que debió haber consultado a Argentina para proceder de esa forma, a raíz de esta vigente un Estatuto que reglamenta sobre el curso de agua compartido.
La planta representó una inversión del orden de los 1.400 millones de dólares, para producir con fines de exportación un millón de toneladas de pasta de celulosa al año. El gobierno argentino cuestiona al uruguayo por haber "violado el Estatuto del río Uruguay" y por la condición "contaminante" del emprendimiento. El tema se dirime en la Corte Internacional de Justicia de La Haya.