Toda mi vida me dediqué al tema de gnomos, duendes y hadas. No fue fácil, menos en esta sociedad donde hay valores especiales. Todo comenzó cuando me di cuenta de que podía verlos y conectarme con ellos.
Un amigo mío mantuvo una reunión con los dirigentes de River y les comentó acerca de los gnomos y de mí. Así, me propusieron hacer uno para el clásico con Boca. Al principio lo pensé, hasta que les pregunté a los gnomos si podíamos hacer algo. Me dijeron que sí y que me ayudarían a que River ganara, pese a que contábamos con mucha negatividad. Así nació Calula, un ser poderoso; es el gnomo del puño de bronce, que aparta las piedras del camino. Tiene un cuerno rojo en una mano, y en la otra un lazo con los colores de River. ¿Cómo llego al nombre? Me lo sugirió él mismo.
Cuando lo terminé, mi marido se lo dio a los dirigentes, y en el clásico con Boca, el cuerpo técnico lo llevó al banco de suplentes. Calula fue hecho para ese partido en especial, aunque la suerte siguió.
El domingo pasado, contra Central, llevé a la cancha a Rogelio, otro gnomo, que ayudó bastante, pese a que Calula siguió en el banco. Y tengo la seguridad de que gracias a él, Carrizo le atajó el penal a Kily González.
* Especialista en gnomos, duendes y hadas.