POLITICA
tras el escandalo del futbol

Capitanich desmintió los rumores sobre su renuncia

“Son todas mentiras”, le dijo el jefe de Gabinete a PERFIL en un día plagado de versiones. En el Gobierno apuntan a Tinelli.

Molesto. Ayer se vivieron momentos de tensión en la Rosada.
| Telam

Furia. Eso se vivió ayer en el primer piso de la Casa Rosada cuando trascendieron las versiones en el despacho del Jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, que un día antes, el jueves por la noche, había presentado su renuncia. Y que, sobre todo, la Presidenta se la había negago. Ayer, a última hora, el Jefe de Gabinete formalmente desmintió lo que para él fueron especulaciones. "Son todas mentiras e inventos", aclaró Capitanich a PERFIL, y en un tono que conjugaba el cansancio con el enojo disparó: "¿Ahora van a decir todos los días que estoy por renunciar?".

Es cierto que ayer se vivieron momentos de tensión luego de que se conociera que Marcelo Tinelli quedaba afuera del proyecto de Fútbol para Todos (FPT). Cerca del despacho de Capitanich se escuchaban quejas del ex gobernador de Chaco: "¿Para que me llamaron? Si uno sólo quiere mejorar las cosas, a pedido de la Presidenta, y todos te ponen piedras en el camino".

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Algunos funcionarios de la Rosada vieron en los rumores de la renuncia de Capitanich, la mano de ejecutivos cercanos a Marcelo Tinelli. Sabían que el conductor estaba más que molesto con el maltrato oficial, algo que incluso hizo público en Twitter. Pero además, lo apuntan como promotor de las versiones de su renuncia. El jueves por la noche, cuando finalmente le tuvieron que comunicar al conductor su partida del FPT, Capitanich viajó en helicóptero a la Residencia de Olivos cerca de las 19 hs. donde tuvo una reunión con Cristina Kirchner. Volvió cerca de las 21.30 a su despacho.

Dentro del Gobierno confirman que el enojo del Jefe de Gabinete era importante, pero desmienten que en esa reunión haya presentado su renuncia y, sobre todo, que Cristina kichner se la haya denegado.
“Si Coqui se quiere ir, se toma un avión y se va. No pide permiso para renunciar, pero sí es cierto que estaba muy molesto con la situación”, resumen fuentes del Gobierno. Ocurre que uno de los promotores de convocar a Tinelli fue el propio Capitanich y fue quien quiso avanzar con una nueva impronta para el FPT. Pero, como sucede en cada decisión que toma el Gobierno, la mesa chica que tiene la última palabra –nutrida en este caso de voceros oficiales y delegados de La Cámpora– terminó por complicar la relación con el conductor.

Capitanich, una vez más sintió que las desinteligencias inherentes a la cúpula oficial volvieron a dejarlo expuesto, y sobre todo, a tener que ser la cara de otra marcha atrás del Gobierno. Esta semana, a medida que fueron trascendiendo los detalles de las negociaciones entre Tinelli y el Gobierno, la tensión tomaba escalas fílmicas. Se llegaron, por ejemplo, a realizar varios intercambios de modelos sólo del nuevo logo de FPT.

Cuando ni siquiera hubo consenso en ese detalle, cerca de Capitanich supieron que la relación estaba condenada al fracaso. Todo debía pasar por la minuciosa auditoría de Cámpora. En una de sus conferencias matutinas de la semana salió a negar que la agrupación de Máximo Kirchner tuviera alguna injerencia en el proyecto. Sin embargo, la propia realidad lo desmintió porque la pelota oficial quedó, una vez más, en manos de los jóvenes en los que más confía la Presidenta.