Esta mañana el Jefe de Gabinete, Jorge Milton Capitanich, volvió a “dar la nota” al romper un ejemplar del diario Clarín por notas referidas al caso Nisman. Hace una semana, Coqui también se mostró “sacado” cuando declaró en un acto, y mientras se sacaba el saco, que "en la Argentina que viene no hay lugar para los pusilánimes".
La reacción del jefe de Gabinete provocó la inmediata respuesta de los periodistas de Clarín, Eduardo Van der Kooy y Nicolás Wiñazki, autores de las notas que el jefe de Gabinete mencionó y rompió.
La reacción de Capitanich recuerda a la protagonizada por el presidente de Ecuador, Rafael Correa, que en mayo de 2012 y en noviembre de 2014 rompió el diario La Hora por “manipulación”. La primera de las reacciones de Correa fue por una decisión sobre la reelección indefinida de la Corte Constitucional. El jefe de Estado llamó a los ecuatorianos a hacer un boicot dejando de comprar periódicos y de ver canales de televisión a los que acusó de atacarlo con mentiras para recuperar el poder que tenían antes de su Gobierno.
En su informe, Correa criticó publicaciones de esa semana de los diarios El Universo y La Hora. Ante cientos de personas reunidas, dejó el micrófono sobre la mesa y rompió un ejemplar del diario La Hora después de decir: "Para que se quejen como les dé la gana, donde les dé la gana".
Desde el inicio de su gobierno en 2007, Correa, como el kirchnerimo, mantiene una relación tirante con algunos medios de comunicación y denuncia que manipulan información y representan intereses de pequeños grupos poderosos. Dos años más tarde, en 2014, el Presidente volvió a reaccionar de la misma manera (ver video).