Horacio González, referente del grupo de intelectuales K Carta Abierta, lanzó duras críticas al papa Francisco y aseguró estar "escandalizado" por "los compañeros que hablan de un Papa peronista" y "entran en esa superchería".
Durante una reunión de Carta Abierta realizada este fin de semana, González advirtió: "No puede ser que compañeros nuestros entren en esa superchería". Asimismo, el director de la Biblioteca Nacional acusó a Bergoglio de estar vinculado "a sectores de la derecha peronista de los '70", como la agrupación "Guardia de Hierro" y de hacer "demagogia" con "simbología linguística" cuando hace referencia a gestos de sencillez y a los pobres.
"Se termina un gran debate histórico que comienza en los '70 dentro y fuera del peronismo, pero sobre todo en el peronismo, y ahora algunos sectores que dicen hay un Papa peronista", señaló, tras calificar "los afiches" que circularon en la Ciudad de Buenos Aires sobre el Papa Francisco como "vergonzosos".
El funcionario ironizó también sobre la relación del Papa con dirigentes tanto opositores como del oficialismo: "En el Vaticano va a estar ahora (Elisa) Carrió, (Francisco) De Narváez, (Fernando) Pino Solanas, (Mauricio) Macri, (Gabriel) Mariotto". "Los genocidas, a lo mejor los más entusiastas irán con bandera del Vaticano y los va a bendecir a todos. ¿Puede ser bueno para Argentina conmemorar eso como si fuera un campeonato de futbol?", se preguntó.
"Me parece un retroceso político trascendente, inútil, criticable y riesgosísimo", prosiguió González, quien advirtió que con la designación de Bergoglio "se termina un ciclo histórico político en Argentina y América Latina" donde se impuso "la derecha del capitalismo" para "controlar a las masas populares".
"Quiero anticipar una pequeña tesis: con el nombramiento de Bergoglio se termina una larga discusión en Argentina, y me apresuro a decir que se termina hacia el lado de las derechas constitutivas de la estructura mundial del capitalismo y del retroceso de la vida popular en los pueblos de Latinoamérica", sostuvo el sociólogo kirchnerista.
No al Papa argentino. El referente de Carta Abierta cuestionó al Papa, a quien calificó como "un preciso conocedor de la alegoría de las escrituras". "Cada vez que decía algo, era un balinazo al corazón del Gobierno", lanzó.
